El Club Baloncesto Gran Canaria y la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) mantuvieron ayer, en la sede de la entidad claretiana en la calle Córdoba de la Vega de San José, una cumbre para acercar posturas sobre las cuentas de la sociedad anónima deportiva (SAD) que preside Agustín Medina.

La cita arrancó a primera hora de la mañana, con la aparición de Josep María Senespleda -director general de la ACB-, acompañado por Gerard Freixa -director financiero del organismo nacional-. Allí, en las oficinas del Granca les esperaba el propio Agustín Medina, junto a Paco Rodríguez -vicepresidente económico del club- e Himar Ojeda -director general-, con una baza para evitar la quiebra de la entidad claretiana: un plan avalado por el Cabildo para despejar la causa de disolución que amenaza al CB Gran Canaria.

Con un desfase patrimonial de 393.000 euros, el recurso presentado por el Granca ante la ACB pasa por permutar su condición de inquilino en el pabellón de la Vega de San José, posición que goza tras la cesión en usufructo -por un periodo de 50 años- de la parcela, por la de propietario en una operación respaldada y acreditada por el propietario de la instalación y del propio club: el Cabildo.

Tras algo más de tres horas de reunión, las sensaciones en el CB Gran Canaria son de cierto alivio. "La cuestión", tras la cita, "se halla en la vía adecuada", rezaba un comunicado enviado por la entidad claretiana pocos minutos después del encuentro. La discreción marca las conclusiones de la ACB tras conocer el proyecto del Granca para garantizar su viabilidad económica. "Valoramos la diligencia del club para encontrar una posible solución, pero ahora toda la información deberá ser analizada por nuestros auditores", indicaban ayer desde la sede de la liga en Barcelona.

Además de tratar la causa de disolución que pesa sobre el CB Gran Canaria, los representantes de las dos instituciones -en el marco de reuniones que la ACB mantiene con todos sus miembros- analizaron otras cuestiones relacionadas con las estructuras de funcionamiento de los clubes y las estrategias de futuro de la propia liga.

Sobre la mesa se expusieron asuntos como la situación de crisis que azota la ACB, con tres equipos embarcados en un proceso concursal y con la ausencia de patrocinadores como ejemplos más notorios, o la imposibilidad de sostener el sistema de cupos por imposición de la Unión Europea.