Con el partido ante el Lagun Aro casi resuelto, Pedro Martínez hace coincidir a tres valores emergentes de la cantera amarilla sobre el parqué del Centro Insular. Alejandro López, escolta tinerfeño, responde con una penetración antológica, Samuel Domínguez, pívot de ascendencia senegalesa, se cuelga del aro tras una asistencia de Tomás Bellas y Óscar Alvarado, capitalino revalorizado en el UB La Palma, asombra por su valentía y desparpajo, cuando el guión escrito en la fábula que dibuja el Granca en su temporada ACB exigía del más difícil todavía.

Tres jóvenes con talento y acento canario visten con orgullo y sin rubor la elástica del Gran Canaria 2014. La generación del 91, con la veintena de años recién cumplida, toca sin complejos en la puerta del vestuario de la primera plantilla, donde han sido aceptados como tres miembros más de una misma familia. "La verdad es que ni por asomo nos imaginábamos a principios de temporada que íbamos a disponer de tantos minutos", señala el pívot de 204 centímetros que por las lesiones de Savané y Rey es, con siete partidos, el que más minutos ha disputado. "Creo que he podido responder ante la responsabilidad que asumí, sobre todo en defensa", explica éste.

"Yo creo que lo importante es estar preparado para las oportunidades que vayan llegando", reconoce Alvarado, un base de inspiración y fantasía al que le toca dar suplir a un titular Tomás Bellas tras la lesión de Tuarean Green. "Pero tan bien hay que tener mucha calma porque ni eres Michael Jordan si lo haces bien ni un jugador que no sirve si no te sale el primer día", añade el playmaker local.

Los chicos del '91 se conocen desde muy pequeños, cuando se cruzaban como adversarios en los distintos trofeos del circuito canario. Memorables se convirtieron los duelos entre Óscar y Alejandro López, con restos aún presentes, en forma de cicatriz, en el labio del segundo. "Llevamos toda la vida jugando tanto en contra como juntos en las distintas selecciones", señala Alvarado, compañero de Domínguez desde categoría pre cadetes y desde junior con López. "Teníamos los piques con Ale en Tenerife que siempre nos ganaba y después ya nos juntamos los tres para hacer un año muy bonito con torneos en Berlín y Roma", añade el base.

"Ves que hace dos o tres años estabámos en Juniors en los campeonatos de Canarias y ahora, para nosotros, estar aquí es muy bonito", asegura el escolta de La Laguna, "además creo que a la gente también le gusta ver cómo la cantera da sus frutos y que aquí estamos nosotros para lo que haga falta", añade éste.

Sin excepción, los tres destacan, en su adaptación, la valía de la amistad que han encontrado en sus compañeros de plantilla. "Te ayudan y te hace sentir uno más", advierte Samu, para añadir, "esto es importante porque otros años a lo mejor no pasaba". Para ellos el futuro solo por los cuatro partidos que les esperan en el objetivo de la clasificación para el play off. "Sería una culminación espectacular", señala Samu. Mientras, sus compañeros asienten. "Si seguimos así vamos a terminar bien", concluyen los rookies, junto a Fabio Santana en las filas del Granca.