Real Madrid y Montepaschi Siena buscarán el consuelo de la tercera plaza, a las 13.30 horas en el partido más cruel, después de haber perdido la oportunidad de luchar por el título de la Euroliga.

El tercer y cuarto puesto, el eufemismo de la final de consolación, es el premio o castigo de perder en las semifinales de la Final a cuatro. Premio porque sólo cuatro equipos, los mejores de Europa, han conseguido llegar hasta aquí y castigo porque se ha rozado la final y el título con los dedos y ahora es inalcanzable.

Jugar estos partidos, menos de cuarenta y ocho horas después de haber perdido cualquier opción de título, es muy complicado y más para jugadores jóvenes.

El Montepaschi tiene más experiencia en sus veteranos jugadores y pueden tirar del almacén de la profesionalidad para solventar esta cita, algo de lo que se quejó Lele Molin, entrenador del Real Madrid.

"Tenemos que aprender muchas cosas como la manera de controlar las emociones. Muchos de estos partidos no se ganan con el talento, nosotros tenemos talento. El Maccabi aumentó la intensidad física del partido en la segunda parte con mejor defensa y mejor tiro y nosotros no hicimos nada", declaró Molin.

Pero el técnico italiano del Real Madrid fue más allá. "Cuando vi el partido Panathinaikos-Montepaschi vi un partido de hombres y nosotros jugamos como niños. No es sólo cuestión de la edad, porque es verdad que nosotros tenemos jugadores de veinte años y de veintitantos, pero no es sólo esto, es el tipo de baloncesto que juegan", explicó.

Molin siguió con su sinceridad explicando su punto de vista. "No creo que el Real Madrid haya llegado demasiado pronto a una Final a cuatro, pero debemos entender que con esto no se ha acabado la temporada. Después de ganar al Valencia en los cuartos de final hemos tenido un bajón mental muy grande. Todos querían jugar bien contra el Maccabi, pero no siempre te sale hacer 'clic' y cambiar. Tenemos que aprender a hacerlo", dijo.

"Pensaba que del 'playoff' contra el Valencia habíamos aprendido algo, pero un mes después veo que no", subrayó Molin.

En el Montepaschi los ánimos no están mucho mejor, dado que la edad de muchos de sus jugadores hace que ésta haya podido ser su última presencia entre los mejores, su última oportunidad.

Gestionar esta decepción y volver a sentir las ganas de ganar, es el objetivo de ambos equipos.

"El domingo tenemos que ganar. Salir de aquí (de la Final a cuatro) con una victoria es importante", concluyó Lele Molin.