El Panathinaikos peleará el domingo por su sexto título de Euroliga y su técnico, Zeljko Obradovic, por el octavo de su carrera, tras vencer hoy en la primera semifinal al Montepaschi Siena (77-69), en un partido áspero que el conjunto heleno resolvió por experiencia y oficio.

Y eso que arrancó bien el Montepaschi, que en los primero minutos no pareció, ni mucho menos, que estaba disputando la segunda 'Final Four' de su historia.

Jugaron los italianos con determinación y mandando en el electrónico desde el principio, fundamentalmente gracias a la aportación de Rakovic y Lavrinovic en el juego interior y al dominio del rebote ofensivo (siete capturas en el primer cuarto).

Sin embargo, su ventaja en este primer período nunca sobrepasó los cinco puntos (8-13, min.6 y 10-15, min.8). La culpa de ello la tuvieron los buenos porcentajes del Panathinaikos, especialmente desde la línea de tiros libres.

Zizis tomó el relevo de los pívots del conjunto italiano desde el perímetro y el Montepaschi alcanzó su máxima renta al inicio del segundo período (20-26, min.13).

El Panathinaikos, no obstante, no dejó que se rompiera el partido. Se aplicó en defensa y, bajo la magistral dirección de Diamantidis -seis asistencias en la primera mitad- llevó el choque a su terreno: posesiones largas, juego trabado y baja anotación.

En su estilo, el conjunto de Obradovic es sin duda el mejor de Europa. Y sin encima aparecen Fotsis o Perperoglou para encadenar un par de triples, puede ocurrir que hasta se pongan por delante en el marcador (32-30, min.18).

Para redondear la reacción helena, Batiste apareció por fin en el partido para poner un poco de orden en la pintura, y el PAO se marchó al descanso cuatro puntos arriba (40-36).

Tras la reanudación, los griegos siguieron ajustando su sistema defensivo de ayudas y el Montepaschi se atascó. Un par de acciones de Calathes y Batiste y un triple de Fotsis dieron una nueva máxima al equipo de Obradovic (52-40, min.28).

McCalebb y Hairston intentaron frenar la sangría (52-45, min.30), pero para entonces el PAO agotaba cada posesión y ejecutaba, casi sobre la bocina, con serena y pasmosa facilidad a su rival.

Con 56-47 para el Panathinaikos empezó el último período. Diez minutos por delante y nueve puntos de desventaja. Contra un equipo de Obradovic, ambos cosas son un mundo.

El conjunto de Pianigiani apostó por intentar darle la vuelta desde el perímetro. Hairston, por dos veces, y Stonerook acertaron desde los 6,75 y el marcador se apretó 64-57 (min.34).

El PAO ni se inmutó. Le dio al partido un tono aún más áspero, buscó a Batiste para que resolviera las últimas acciones desde el poste bajo y cerró definitivamente el partido.

Panathinaikos (17+23+16+21): Diamantidis (8), Calathes (17) Sato (6), Fotsis (14), Vougioukas (6) -cinco inicial- Batiste (16), Perperoglou (5), Nicholas (3) y Tsartsaris (2).

Montepaschi Siena (21+15+11+22): Jaric (-), Hairston (12), Moss (6), Rakovic (10), Lavrinovic (7) -cinco inicial- Kaukenas (13), Stonerook (4), Zizis (4), Ress (-), Akindele (4), McCalebb (7) y Carraretto (2).

Árbitros: Juan Carlos Mitjana (ESP), Grzegorz Ziemblicki (POL), Robert Lottermoser (GER). Eliminaron por cinco faltas personales a Lavrinovic (min.36) y Stonerook (min.40).