La selección de Portugal, liderada por un incisivo Nani, ganó con un ajustado uno a cero a Noruega, con la que empata a diez puntos en el liderato del Grupo H, y se acerca a la clasificación directa a la Eurocopa 2012.

Los lusos, nuevos líderes del grupo, firmaron un encuentro irregular, con picos de buen juego y con lagunas de concentración, mientras que los noruegos, muy defensivos, aguantaron las embestidas de Ronaldo y compañía.

Noruega, mentalizada para mantener su condición de primera de grupo, comenzó más concentrada que su rival. Dos claras llegadas en los primeros cinco minutos asustaron a la zaga lusa, incapaz de contrarrestar el primitivo, pero efectivo juego nórdico.

Sin transición, se pasó de los balonazos noruegos al estilo de combinación de Portugal. Raúl Meireles y Joao Motinho bajaron el cuero al suelo y movieron a la selección de "las quinas".

Nani, por la derecha, y Cristiano Ronaldo, por la izquierda, se entendieron muy bien con los laterales Joao Pereira y Fábio Coentrao, respectivamente, aunque las incursiones de ambos no se concretaron en gol por falta de pegada de los delanteros locales.

Ronaldo, muy marcado por los gigantes nórdicos, mostró su perfil más solidario y optó por combinar con sus compañeros antes que arriesgarse en aventuras individuales.

No obstante, el juego de salón de los hombres de Paulo Bento moría en la entrada de área de los noruegos. Apenas un disparo a media distancia de Meireles, un libre venenoso botado por Ronaldo y un cabezazo del propio astro del Real Madrid llevaron peligro al área rival.

Noruega, pertrechada en su campo y con un solo punta, el ex valencianista John Carew -que estuvo lento y desacertado-, fue el equipo que estuvo más próximo al gol.

Un ágil Eduardo, que desbarató un complicado disparo de Huseklepp, y un imponente Pepe, que abortó varios contragolpes noruegos, salvaron el honor portugués en el primer periodo.

En la reanudación, los locales irrumpieron con intensidad. Reactivado Moutinho y un soberbio Nani llegaron al gol en el minuto 52, cuando el extremo del Manchester United sirvió un centro tenso a Hélder Postiga, que remató a las redes de primera.

Los hombres de Paulo Bento continuaron atosigando a la fornida defensa noruega, aunque con menos clarividencia que en los primeros compases del primer tiempo.

Un Ronaldo más apagado e individualista oscureció el caudal ofensivo de los portugueses, incapaces de volver a abrir el férreo sistema defensivo de sus oponentes.

Dos jugadas polémicas en ambas áreas provocaron la indignación primero de los noruegos, que reclamaron un pena máxima sobre Abdellaoue, y después de los portugueses, que pidieron los once metros por un supuesto derribo sobre Nani.

En los minutos finales, Noruega apretó con balones largos, mientras que Portugal buscó la sentencia al contra-ataque, aunque sin fortuna.