Mazazo al sueño rojillo. El Lanzarote se despidió del ascenso a Segunda B merced al infortunio del autogol de Vladimir que hizo inútil la remontada. Tras la derrota por 2-0 de la ida, los conejeros salieron lanzados por la épica hasta que llegó una acción que marcó el duelo.

El gol tempranero de los visitantes fue un jarro de agua fría, Rubén Jurado cedió para Santi y el remate de éste fue desviado por Vladimir sobre su propia puerta. Los pupilos de Quico de Diego encendieron el milagro y en el minuto 15 Jonathan Torres puso la primera piedra. El ex de la UD y Tenerife vio la internada de Toñito por la banda derecha, penetró dentro del área y su lanzamiento lo sacó el meta Imanol con muchos apuros.

Comenzó a abusar el Lanzarote del juego directo y el tanto del empate se produjo en el minuto 33, cuando Rubén Rodríguez ejecutó una falta desde la frontal del área, el lanzamiento superó la barrera y se terminaría alojando en el fondo de las mallas.

Ya en el segundo acto, Josu Esnaola cabeceó al larguero de la portería de Imanol, lo que fue la antesala del segundo gol de los rojillos. Ayoze Pérez empaló un lanzamiento desde la frontal del área y como un misil el balón se fue a la red.

Toñito dispuso de una buena ocasión, tras un pase de Vladimir, pero el resultado no se alteró. Sin Jonathan Torres, que fue sustituido, el 'Lanza' se esfumó y navegó sin ambición. Sin osadía, no hay paraíso.