El estadio Monumental del River Plate quedó clausurado por al menos 24 horas dentro de un proceso por daños y lesiones cometidos durante los violentos disturbios del domingo, cuando el club descendió a la Segunda División del fútbol argentino.

La clausura fue dispuesta para hacer pericias dentro de una causa en la que además se investiga si la dirección del club autorizó el ingreso al estadio de más espectadores de los permitidos, indicaron.

Por los incidentes, que estallaron luego de que el River Plate descendiera al igualar a uno con el Belgrano de Córdoba, hubo 50 detenidos y 68 heridos, entre ellos 25 policías, comunicaron portavoces policiales.

Señalaron que los vándalos incendiaron dos automóviles, dañaron quince vehículos de la Policía Federal y causaron grandes destrozos en comercios de los alrededores del estadio del River Plate, situado en el barrio de Núñez, en la zona noreste de Buenos Aires.

Todos los heridos han sido dados de alta a excepción de un policía que permanece grave en un sanatorio de la fuerza de seguridad, apuntaron las fuentes.

La clausura del estadio fue ordenada el domingo por la noche por el fiscal penal de Buenos Aires, Gustavo Galante, quien instruye una causa por daños y lesiones en riña contra particulares.

El fiscal abrió además una investigación para determinar si la directiva del River Plate permitió que ingresaran al estadio Monumental unos 53.000 aficionados, frente a los 45.000 autorizados.

La clausura "perdurará el tiempo que haga falta hasta finalizar los peritajes", dijo Galante a radios de Buenos Aires a las que el fiscal aclaró que "no corre riesgo" la final de la Copa América, que comienza el viernes y se prevé jugar el 24 de julio en el estadio del River Plate.

Passarella resiste

El presidente del River Plate, Daniel Passarella, aseguró que solamente muerto podrán echarle del River Plate. "Vamos a resistir", expresó Passarella al retirarse del estadio Monumental, donde centenares de hinchas destruyeron lo que encontraron a su paso al atribuir a los dirigentes, los jugadores y el entrenador, Juan José López, las culpas por el descenso.

Casi tres horas después del encuentro en el que el River Plate descendió, Passarella salió del mítico escenario deportivo y disparó: "Me van a tener que sacar con los pies para adelante".

Tras varias horas de furia, con encontronazos que provocaron heridas a casi medio centenar de personas y numerosas detenciones, varios grupos de hinchas esperaron e insultaron a Passarella y a varios jugadores, con excepción de Matías Almeyda, que fue aplaudido.

Passarella prometió que ofrecerá un informe sobre la situación del River, cuya presidencia asumió hace un año y medio tras una gestión muy criticada por los socios de la entidad del expresidente José María Aguilar.