En Pío XII llegamos media hora tarde a todas las reuniones porque no hay aparcamientos en las cercanías. No se puede tocar un tabique porque es un edificio protegido, está totalmente obsoleto para la actividad frenética de un club profesional". La opinión de este ejecutivo de la Unión Deportiva es compartida por la mayoría de los trabajadores de la entidad, que suspiran por un espacio adaptado a una entidad que milita en el fútbol de élite y arrastra una importante masa social.

El edificio proyectado en la confluencia entre la grada Naciente y Sur nada tiene que ver con el chalet cincuentenario de la calle Pío XII, al menos sobre los planos. En ese espacio polifuncional, la entidad pretende ubicar su sede social, el museo donde se custodia la historia del club, la radio oficial, que ahora se encuentra en La Isleta, y un espacio habilitado para las peñas del equipo, con posibilidad de guardar su material o reunirse.

En la presentación del proyecto, en marzo pasado, la Unión Deportiva también situó en ese mismo edificio un restaurante panorámico y un centro de rehabilitación, aunque el presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, rechazó el verano pasado que esa torre, que se pretende habilitar a partir del próximo año, fuera utilizada con fines comerciales por una entidad privada como la UD.

Según el proyecto inicial, puesto en negro sobre blanco por la entidad, la torre formaría parte del plan de supervivencia del club, que también incluye la habilitación de la otra torre, la Ciudad Deportiva en la parcela anexa al Estadio, y la expansión del graderío.