El brasileño Ricardo Kaká, centrocampista del Real Madrid, reconoció este jueves que lloró "muchas veces" cuando las cosas no le salían en el conjunto blanco, donde en dos años ha tenido que recuperarse de un par de lesiones, y declaró que "ahora" que se encuentra bien físicamente, quiere "triunfar" en el club.

"He llorado muchas veces. Siempre con personas próximas. No entendía. Siempre busqué el parámetro de atleta del pasado, con buena alimentación, que se van a dormir pronto... ese perfil. No me salían las cosas físicamente y eso me dejaba muy mal. Era un robot. Llegué a jugar partidos y después entrenaba en casa en solitario. Corría para ver si físicamente volvía a tener una conexión. Si no estás fuerte físicamente te comen y ahora el fruto de esos trabajos sale", dijo en una entrevista con Real Madrid Televisión.

Afirmó que su principal motivación es jugar con asiduidad en el Real Madrid, y, sobre todo, "triunfar" en el conjunto blanco.

"Creo mucho que voy a triunfar aquí y esto me motiva. El primer año, tuve problemas de pubis. Todos decían que me preparaba para el Mundial. El segundo año, la rodilla y siempre decían que qué pasaba conmigo. Eso, psicológicamente, no era bueno. Mi motivación era triunfar. Pude salir en verano, intentar en Brasil, en un campeonato menos competitivo. El mister me dijo que me quería. Florentino, también me lo dijo", desveló.

"El presidente me preguntó que cuál era mi problema en el Real Madrid. Contesté que era yo. Físicamente, lo que sentía era como un robot en el campo. Muy duro todo, los gestos. Lo que era dinámico, normal, empezó a ser todo mecánico, un jugador previsible. Todo me dejaba muy mal. Pero al final estoy aquí, el presidente no me vendió. Y mi motivación es triunfar aquí", insistió.

Asimismo añadió que tiene una deuda con la afición, con el presidente y con todo el madridismo. Por eso, quiere devolver la ilusión depositada en él a todos los que confiaron en él y no en los que "decían" que estaba "muerto".

Para Kaká, su entrenador, el portugués José Mourinho, ha sido muy importante en todo el tiempo que no ha estado al cien por cien físicamente: "Sólo puedo hablar cosas buenas del mister. Tenía todo para matarme, era un jugador con responsabilidades que no está bien, que se podía vender porque no me había traído él. Y al final siempre me ha ayudado. Está confianza se gana en el entrenamiento y creo que me la estoy ganando. Pero fue muy difícil. Había entrenamientos que eran un desastre", explicó.

"No era problema de él, era mío. Me ayudó, se quedó conmigo, me pedía paciencia y que estuviera tranquilo. Todos los demás también. La parte psicológica es fundamental, con palabras de apoyo. Hay que saber decir las cosas, y esta gente (el cuerpo técnico), ha sabido muy bien", agregó.

Finalmente, tuvo buenas palabras para su compañero Mesut \u00D6zil, con quien en las últimas jornadas ha compartido un hueco en las alineaciones de José Mourinho: "\u00D6zil es un fenómeno. No tenemos problema en jugar juntos. Es muy inteligente. Creo que tiene un futuro maravilloso. Es elegante, tiene una visión de juego muy buena, se equivoca muy poco y eso es muy positivo", concluyó.