Manuel García Navarro, expresidente y accionista de la UD Las Palmas, tiene pensado estirar la guerra judicial con la entidad que preside Miguel Ángel Ramírez.

El exmandatario, que ha sido nombrado persona non grata por el propio Ramírez, petición que será llevada ante el Consejo de Administración para su aprobación y evitar que se siente en el palco del Estadio de Gran Canaria, argumenta que se siente "engañado" y ha dejado en manos de sus abogados la presentación de una querella penal por engaño societario.

García Navarro, que ha reiterado que no piensa retirar otras dos demandas que tiene contra la UD, cuestiona la ampliación y reducción de capital durante una junta en la que él fue interventor y que tuvo lugar hace varios años. Este movimiento se fabrica tras la denuncia de Ramírez de que García Navarro gastó unos seis millones de euros de forma irregular a través de la sociedad Derima y el alta de Álvaro y Baiano.