- ¿Cómo era eso de compaginar fútbol y estudios...?

- Pues aunque me costó muchísimo, lo pude compaginar mientras me dedicaba profesionalmente al fútbol, pero la verdad que era muy sacrificado.

- ¿Y sacó réditos de esa etapa?

- Económicamente, el fútbol de antes era bien diferente al de ahora. Saqué unos dineros pero, evidentemente, me ha ido algo mejor con mi otra profesión.

- ¿Qué recuerda de su etapa futbolística de amarillo y en el Decano?

- De mis etapas en la UD y en el Recre sólo puedo decir que son lo mejor de mi vida futbolística. Las recuerdo como algo muy especial, porque gracias a ellos tuve la oportunidad de jugar en Segunda A. Con la UD, además, viví el ascenso del año de Roque Olsen, y luego me fui al Recre de Víctor Espárrago. Por eso tengo el corazón partío.

- ¿Por qué no siguió de amarillo para jugar en Primera?

- Cosas del fútbol. No hubo acuerdo y no renové. Me salió lo del Recre y crucé el charco, de lo cual no me arrepiento en absoluto, aunque no jugase en Primera. Que pude hacerlo, porque luego tuve ofertas de Sevilla, Atlético de Madrid y otros.

- Pero se vino al Maspalomas y en Segunda B...

- Quería seguir con mis estudios de arquitectura y el Maspalomas me daba esa opción. Pero creo que me equivoqué. Tuve muchas lesiones y operaciones en tres años y encima no avancé nada en mis estudios.

- ¿Cómo vive el fútbol?

- Después de meterme de lleno desde que volví del Sahara con la familia en el año 1975, ahora estoy casi desconectado, aunque poco a poco voy volviendo, sobre todo porque me engancha el ordenador y ahí se ve mucho. Con decir que me perdí, por ejemplo, el España-Alemania del pasado Mundial porque estaba estudiando, pues ya lo digo todo.