El Valencia, comandado por un Roberto Soldado en estado de gracia, firmó ante el Genk la mayor goleada de su historia en Europa, al imponerse por 7-0, un resultado de escándalo que, sin embargo, no exime al conjunto español de jugarse la clasificación para octavos de final deb la Liga de Campeones en la última jornada.

La victoria del Bayer Leverkusen ante el Chelsea obligará al conjunto valenciano a jugarse el pase a la siguiente ronda en Stamford Bridge. Un empate le valdría, ya que el equipo alemán lidera el grupo con 9 puntos, seguido del Valencia y el Chelsea, ambos con ocho puntos.

El Valencia afrontaba el partido con la obligación de ganar y no le tembló el pulso. Los de Emery salieron a por todas ante un rival timorato, que cuando quiso darse cuenta ya llevaba dos goles en contra.

Jonas culminó de cabeza una jugada de estrategia tras saque de esquina, después una gran asistencia de Tino Costa; mientras que tres minutos después, era el internacional brasileño quien asistía a Soldado para que marcara el 2-0 cuando todavía no se había alcanzado el cuarto de hora.

El Valencia jugaba a placer ante un rival inexistente en el campo y que sólo cobró vida cuando los locales bajaron las revoluciones de su juego ante las facilidades que se encontraron y la cómoda renta adquirida.

El sesteo local se acabó cuando de nuevo funcionó la conexión entre Jonas y Soldado. El brasileño se sacó de la chistera una nueva gran asistencia y el valenciano marcó el tercero con un potente disparo que le convertía en el máximo realizador en la historia del club en la Liga de Campeones, mientras Mestalla coreaba "Soldado, selección".

Pero el 'killer' valenciano es insaciable. Tres minutos después conseguía el triplete para seguir aporreando a la puerta del seleccionador Vicente del Bosque a base de goles. Con 4-0 y el partido resuelto se alcanzó el descanso.

En la reanudación, el Valencia no bajó la guardia. El monólogo era absoluto, las ocasiones se sucedían y se barruntaba una goleada histórica.

Pablo y Aduriz elevaron la renta a la media docena, mientras la afición estaba más pendiente del resultado entre el Bayer Leverkusen y el Chelsea. Tino Costa redondeó la cuenta de un partido para la historia, cuyo final feliz el Valencia lo deberá de escribir en Londres.