Se le ve en la cara, ya es otra persona". Son palabras de Jéser Cárdenes, recuperador de la Unión Deportiva, que ha sido la sombra en los últimos meses de Tyronne del Pino Ramos (Las Palmas de Gran Canaria, 1991), quien se encuentra en la recta final de una rotura en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, producida en la pasada primavera con el filial.

Jéser no perdía de ojo ayer a Tyronne durante la sesión de entrenamiento en el Estadio. Estaba tan atento como un padre que vigila a su hijo pequeño en días de abarrotamiento en Las Canteras. "Está muy recuperado, aunque no me atrevo a poner fechas sobre su vuelta", precisaba el recuperador en el túnel de vestuarios, al tiempo que Ariel Padrón, el fisio, iba a tratarlo en la sala de masajes.

"La evolución de la rodilla es buena, y se está fortaleciendo", precisó el protagonista a los periodistas en un tono contenido. "Creo que, poco a poco, iré recuperando la confianza y podré volver a ser el de antes", apreció el futbolista, que debutó la temporada pasada contra el Xerez en el Gran Canaria.

Ni los recuperadores, ni el propio futbolista se plantean un plazo fijo para su regreso, pero todos confían que su vuelta a los terrenos de juego se produzca en las primeras semanas de 2012. "Ojalá pudiera ser", recalca Jéser, a quien tanto ha agradecido el futbolista, que tras las dificultades en su recuperación, con infección bacteriana incluida, ya se calza las botas.