La selección española de fútbol sala, vigente campeona continental, disputará su cuarta final consecutiva del Campeonato de Europa, tras imponerse por 1-0 a Italia en una semifinal, en la que dispuso, especialmente en la segunda parte, de infinidad de ocasiones para haber logrado un mayor marcador.

Falta de acierto que no impidió a España, que suma ya cinco títulos continentales, plantarse en la gran final del sábado, donde se medirá con Rusia, que se deshizo por 4-2 de la anfitriona, Croacia, en la primera semifinal.

Tal y como anunció en la previa el seleccionador José Venancio López ni la trascendencia del choque, ni la talla del rival iban a variar la filosofía de juego del conjunto español, que desde el primer momento situó muy arriba la línea de presión.

Toda una declaración de intenciones ante un rival, Italia, que sabe aprovechar como nadie los errores del adversario, como a punto estuvo de comprobar el conjunto español a los cinco minutos de juego, tras un fallo defensivo que Gabriel Lima por muy poco no convirtió en el primer gol.

Pero ni sustos como el de Lima modificaron el planteamiento de la selección española, que siguió tratando de ahogar la salida de balón de un conjunto italiano, al que pareció no importarle ceder la iniciativa al equipo español.

Valentía que encontró su premio a los siete minutos de juego en un brillante acción de Miguelín, que dejó pasar inteligentemente el balón entre sus piernas, para que Aicardo estableciese el 1-0 con un potente zurdazo ante el que nada pudo hacer el meta italiano Mammarella.

Un gol que obligó a reaccionar definitivamente al conjunto italiano, que aumentó en un punto la intensidad de su presión, lo que permitió a los de Roberto Menichelli acercarse con más frecuencia y cada vez con más peligro al arco español.

Reacción en la que jugó un papel decisivo el pivote Patias, que mantuvo durante todo el primer tiempo un vibrante duelo con e cierre español Kike Boned, del que salió victorioso el jugador de ElPozo Murcia.

Circunstancia que no hizo desfallecer al correoso jugador italiano que no desaprovechó los momentos de descanso del cierre español para llevar el peligro a la portería española, aunque sin el acierto necesario para convertir ninguno de sus acercamientos en gol.

Una falta de efectividad que lastró el juego de la selección española en la segunda mitad, en la que los de José Venancio López dispusieron de no menos de cinco claras ocasiones para sentenciar el partido con un segundo gol.

Pero el larguero, a remates de Alemao y Jordi Torras, y el poste, a disparo de Rafael Usín, impidieron que España se ahorrase los agobios finales, que le aseguraban tan escaso marcador.

Un tanteador que España mereció ampliar, pero el gol que hasta ahora nunca había abandonado el conjunto español -máximo realizador del torneo- no acompañó hoy a la selección, que no desaprovechó el cada vez más desordenado ataque italiano para sorprender al contragolpe.

Sin embargo, hoy no se cumplió el tópico y pese a que España perdonó y perdonó, no pagó su falta de acierto ante una Italia, que aunque acabó jugando con portero-jugador, vio cómo la selección le arrebataba de nuevo un puesto en una gran final.

Final en el que España se medirá a otro de los clásicos del fútbol sala continental, Rusia, el único equipo junto a Italia que ha sido capaz de arrebatar el oro a los españoles en un Europeo, tras imponerse en los penaltis al conjunto español en la final del Campeonato de Europa disputada en 1999 en Granada.

1 - España: Luis Amado; Torras, Kike, Rafael Usín y Alemao -equipo inicial- Cristian (ps), Ortiz, Lozano, Lin, Borja, Miguelín y Aicardo.

0 - Italia: Mammarella; Forte, Romano, Saad Assis y Fortino -equipo inicial- Barigelli (ps), Gabriel Lima, Honorio, Vampeta, Pattias, Ippoliti y Torcivia

Goles: 1-0, m.7: Aicardo,

Árbitros: Kovács (HUN) y Fernandes Coelho (POR). Sin amonestados.

Incidencias: Segunda semifinal del Campeonato de Europa de fútbol sala disputado en el Arena de Zagreb.E