Vicente Dauder Guardiola (nacido en Badalona el 25-11-1924 y fallecido en Castellón el 09-02-2001), tiene una curiosa historia a lo largo de su trayectoria profesional: fue entrenador de los dos equipos que hoy se enfrentan en el Gran Canaria, y a los dos logró ascenderlos de categoría. Además, también logró ascensos con otros cinco equipos en su amplio deambular por los banquillos españoles.

A la UD Las Palmas la ascendió, en el transcurso de la temporada 1963/64, a la Primera División. Era el tercer ascenso del cuadro amarillo a la máxima categoría, en la que posteriormente permanecería diecinueve temporadas consecutivas.

Al Nàstic, lo ascendió de Tercera a Segunda División durante la campaña 1971/72.

Sin Mundial y 'non grato'

Fue Dauder un portero que tildaban de formidable, por su gran seguridad bajo los palos. Tal es así que después de despuntar en varios equipos catalanes, tras una gran campaña en el Villanueva, de Tercera División, lo fichó el Nàstic de Tarragona para defender su portería en Primera.

Allí estuvo dos temporadas. Al término de la segunda de ellas, la 1949/50, Vicente Dauder tuvo un mal partido en la promoción de descenso con el Alcoyano y los granates acabaron perdiendo 3-6 -en ese equipo jugaban los grancanarios Perdomo y Gallardo-, y los aficionados le señalaron a él y a su compañero el delantero balear Gabriel Taltavull como responsables de tan severa derrota y, por consiguiente del descenso, indicando que habían colaborado con el rival, sobre todo porque se decía que el portero tenía apalabrado su fichaje por el Atlético de Madrid y el delantero por el Valencia, como así fue al fichar a la siguiente temporada por esos equipos.

El descenso le supuso a Dauder ser declarado 'non grato' en el club granate así como en la vieja Tarraco.

Pese a esa desafortunada actuación, Dauder se postulaba como uno de los integrantes de la selección española que acudiría al Mundial de Brasil'50, pero en una gira con su nuevo equipo, el Atlético de Madrid, por México, sufrió una gravísima lesión que no sólo le apartó del Mundial, dejando el camino expedito a Ramallets, con el que se jugaba el puesto, sino que Dauder ya no volvió a ser el mismo que había deslumbrado bajo los palos.

Éxito como entrenador

Aquella lesión le marcó, de tal forma que el Atlético le traspasó al Celta de Vigo, donde estuvo tres campañas con escaso papel protagonista, salvo en la tercera temporada, que sería la última, pues los celtiñas no le renovaron y rehízo sus maletas para marchar rumbo a Alicante, donde fichó con el Hércules.

Allí se hizo entrenador e inició una importante etapa profesional que le llevó a deambular por los banquillos de equipos como Alicante, Crevillente, Figueres y Eldense.

Tras ascender al Eldense en la temporada 61/62, lo fichó la UD Las Palmas, a la que ascendería en la campaña 63/64 a Primera División, y en la que permaneció hasta finales de 1966.

Luego siguió su deambular por otros banquillos como los de Hércules, Mallorca, Castellón y Algemesí, hasta que en la temporada 1971, y como el fútbol no tiene memoria, avalado por sus excelentes campañas anteriores, con tres ascensos (Eldense, UD Las Palmas y Castellón), veintiún años después de declararle 'non grato', lo ficha el Nàstic de Tarragona como técnico.

Realiza una excelente temporada con los granates y asciende al equipo de Tercera a Segunda División y pasó de villano a héroe en la vieja Tarraco. Luego seguiría su carrera profesional en Tarrasa (ascenso a Segunda en la 74/75), Almería, Levante, Vinaroz, Andorra (ascenso a Segunda en la 79/80), Sabadell (ascenso a Segunda en la 83/84), regresa al Nàstic sólo 12 jornadas en la 85/86, y de nuevo Eldense y Andorra has recalar en el Seu d'Urgell, donde se retiró en 1994. Una trayectoria fructífera y curiosa.