El frío, el calor, el viento, la noche. Nada les detiene. En la medianoche del próximo viernes se pone en marcha la The North Face Transgrancanaria 2012, una prueba que sigue batiendo récords y que este año acoge a 1.800 participantes. Cuatro categorías les dan la oportunidad a corredores de distinta condición de formar parte de una fiesta como ésta, una cita que se ha convertido en un referente mundial en las carreras de montaña.

La prueba reina, con 123 km, ha atraído este año hasta la Isla a algunos de los mejores corredores del mundo. Zigor Iturrieta, ganador del año pasado, luchará por revalidar el título. Pero no lo tendrá fácil. Entre los nombres más importantes destacan el del francés Sebastien Chaigneau, el japonés Tsuyoshi Kaburaki, el estadounidense Mike Wolf, el británico Jez Bragg o el portugués Armando Teixeira. En las filas femeninas no faltará Lizzy Hawker, indiscutible ganadora de las últimas dos ediciones de la Transgrancanaria y cuatro veces campeona de la Ultra Trail del Mont Blanc. También destacan la alemana Julia Böttger, la brasileña afincada en España Fernanda Maciel, Denise Zimmermann o Yannick Navarro.

Además de la prueba reina, la Transgrancanaria cuenta con otras tres modalidades: la Sur-Norte de 96 km, que comparte la salida con la carrera de 123 km; el Maratón, de 42 km, que sale desde el Garañón el sábado a las 10.00 horas, y la Starter, de 24 km, que despide a los corredores en Teror el sábado a las 11.00 horas. La meta, situada en la plaza de la Música, estará todo el fin de semana abierta para recibir a los valientes. El tiempo límite para completar la prueba de 123 km es de 30 horas.

Los corredores de la Transgrancanaria atravesarán en su aventura algunos de los rincones más bonitos de la Isla. Las dunas de Maspalomas los despedirán con una nube volandera de arena hasta que les pierda de vista barranco arriba, hasta Tunte. Desde allí los más osados se dirigirán hacia el recorrido de las grandes presas: Chira, Soria y Las Niñas. El Roque Nublo espera paciente la visita. A su sombra más de uno buscará resuello para alcanzar la otra orilla. Desde la Cruz de Tejeda comienza el trepidante descenso hasta la costa: Valleseco, Teror, Osorio, Tenoya, para encontrarse de frente con el alisio salado de la playa de Las Canteras. No puede haber mejor carta de presentación para Gran Canaria. De hecho, gracias al eco internacional de esta prueba su nombre ha llegado a todos los rincones del planeta.

Transcapacidad

Esta prueba se ha caracterizado además por su destacada faceta social. En la pasada edición corrieron dos autistas, Mario Guadalupe y Adrián Peña; y José Luis Hernández, un joven con parálisis cerebral y ganas de comerse el mundo. Este año repiten, pero lo hacen además con otras 70 personas que competirán en la categoría de Transcapacidad, un proyecto que da cabida en la prueba a personas con algún tipo de discapacidad: motora, sensorial o intelectual. Reynaldo Ramos y Borja González, coordinadores de la Transcapacidad, trabajan con ahínco para que este proyecto se zanje con éxito.

Para ello cuentan con el apoyo incondicional de los organizadores de la prueba, Fernando González y David Déniz, volcados con el proyecto y con la colaboración de varias asociaciones de discapacitados. Usuarios, monitores y familiares llevan meses ilusionados con la meta. Su entusiasmo y la alegría con la que viven la experiencia reflejan a la perfección el espíritu de la Transgrancanaria. Porque la meta también es el camino.

Entre los corredores de la Transcapacidad se encuentra Juan Manuel Estévez, un madrileño que perdió la vista completamente a los doce años. Si no hay retos, Estévez los sueña, porque no entiende la vida de otra forma. Encontró la libertad en la montaña y desde entonces lucha para que otras personas en su condición puedan descubrir la magia que se esconde en las raíces de la tierra. Estévez participará en la prueba de 123 km. No se anda con medias tintas. En su aventura le acompañarán cinco grancanarios que le guiarán hasta la meta: Fran Hernández, Pedro Padilla, Javier Vázquez, Francisco González y Martín Suárez. A lo largo del recorrido se irán turnando para acompañar a Estévez por parejas. Una barra de maderas los mantendrá unidos en todo momento. Cuentan que hace días que todos sueñan con la meta. Como ellos, cientos de corredores duermen con las zapatillas a los pies de la cama. La cuenta atrás ha comenzado.