José Mourinho, técnico del Real Madrid, rompió la ley del silencio en la que se encontraba su equipo desde el pasado miércoles tras el empate en El Madrigal, ante el Villarreal, en la rueda de prensa oficial de la UEFA en la previa de la ida de los cuartos de final de Liga de Campeones, donde afirmó que no es el responsable de la decisión.

Con rostro serio y sin querer responder cinco de las preguntas que le realizaron los periodistas en la sala de prensa del estadio GSP de Nicosia, Mourinho volvió a hablar y aseguró que dejar de hablar a los medios de comunicación cuerpo técnico y plantilla no fue su decisión.

"No es verdad", respondió a la primera pregunta que abordaba la ley del silencio que ha tenido el Real Madrid en los partidos de Liga ante Villarreal y Real Sociedad. "No tengo que justificar nada pero para complementar la respuesta no soy yo el responsable ni decido absolutamente nada", añadió.

En cuanto al partido de este martes frente al Apoel Nicosia, el técnico blanco admitió el favoritismo de su equipo, pero aseguró que para llegar a semifinales debe tener "equilibrio".

"Los entrenadores sueñan cuando sus jugadores les hacen soñar. Cuando tienes un equipo que no te da garantías y no te da esperanzas no sueñas. Si el técnico del Apoel sueña es porque su equipo le hace soñar y ha llegado hasta aquí haciendo cosas que le permiten pensar que puede conseguirlo", aseguró,

"Por mi parte asumo la responsabilidad de decir que obviamente somos favoritos por nuestro potencial económico y deportivo. Intentaremos jugar nuestro partido. La mejor cualidad del Apoel es ser un equipo equilibrado. Para muchos es un adjetivo con poco significado, pero para mí es de los más importantes en el fútbol. Mi equipo tiene que ser equilibrado también", añadió.

Mourinho admitió que para la ida en Nicosia espera "un partido complicado" y, preguntado por el árbitro, el alemán Felix Brych, destacó: "No es un problema para mí, lo que espero es que después del partido se hable de jugadores del Real Madrid y del Apoel, no del árbitro".

El técnico portugués recordó las dificultades que tuvo su equipo en el empate fuera de casa que logró en los octavos de final, en Moscú ante el CSKA (1-1), para valorar la importancia del encuentro en Nicosia ante un Apoel a quien nadie da opciones en la eliminatoria.

"Contra el CSKA algunos pensaban que iba a ser más fácil. Yo, no. Al final fue como yo pensaba. Conseguimos un resultado en el primer partido que nos dio una pequeña ventaja y nos dejó en buena situación para ganar la eliminatoria. Mañana es lo que vamos a intentar hacer. Si podemos ganar no vamos a empatar, pero mis sensaciones son que el partido es difícil y que el segundo en el Bernabéu, en nuestro hábitat natural, será decisivo", dijo.

Mourinho confirmó la titularidad del alemán Sami Khedira, que compareció a su lado, y no desveló si será Esteban Granero el sustituto del sancionado Xabi Alonso, pero dejó pistas.

"Sami está aquí porque juega y con él tengo varias opciones. Granero es una buena. Es buen jugador, equilibrado, necesitamos jugadores que den equilibrio al equipo. Tenemos gente arriba de mucha calidad, pero necesitamos ser un equipo equilibrado", aseguró.

Por último, habló del estado de su compatriota Fabio Coentrao, que fue silbado por el público del Santiago Bernabéu ante la Real Sociedad.

"La reacción del Bernabéu no la valoro. Fabio está bien, recuperado de su lesión, le dimos veinte minutos en el último partido para coger un poquito de ritmo. Su ánimo es bueno, pero podía ser mejor. Estamos 18 para jugar e intentar dar un paso adelante y estar dos años consecutivos en semifinales", concluyó.