Javier Portillo (Madrid, 1982) se siente como pez en el agua en los tramos finales de los campeonatos. Acostumbrado a actuar bajo presión y competencia desde la juventud, desde su etapa en las categorías de formación del Real Madrid y más tarde en el primer equipo merengue, el delantero de Aranjuez suele elevar su rendimiento anotador cuando la competición afronta sus momentos más decisivos. Portigol, como se le conoce en el universo del balón, afina su puntería en el instante más necesario.

Hace dos temporadas, cuando militaba con el Hércules de Alicante en Segunda División, una importante racha goleadora en las últimas fechas del calendario dio el último empujón al conjunto del Rico Pérez para dar su salto a Primera División. En los encuentros finales hizo dos dobletes, uno ante Albacete y otra más importante contra el Rayo Vallecano, que le posibilitó darle la vuelta al resultado, además de marcar un gol trascendental frente al Real Unión que le facilitaba a los alicantinos el salto de categoría.

Un par de cursos antes, en la temporada 2006-07, a las órdenes de Paco Flores en el Nástic de Tarragona, los catalanes apoyados en los goles de Javier Portillo realizaron una estimulante segunda vuelta de campeonato, que les hizo reaccionar durante unas cuantas jornadas y soñar con la permanencia en Primera División, tras una primera vuelta poco menos que ruinosa. El atacante madrileño anotó nueve de sus once tantos en el tramo final de aquella Liga, algunos frente a rivales de relieve como Athletic de Bilbao, en San Mamés, Sevilla FC o Real Zaragoza. Su promedio en el equipo tarraconense fue un gol cada dos partidos.

En la Unión Deportiva, donde ha anotado cuatro goles, aguarda la oportunidad para demostrar sobre el terreno de juego este aval goleador de fin de curso. No en vano siempre exhibe su olfato en los entrenamientos del equipo, lo que es apreciado en el vestuario. Por el momento, la plaza del nueve la ocupa Guerrero, quien se encuentra en su momento más dulce, tras anotar dos goles en los últimos compromisos. Mauro Quiroga también ha demostrado su talento ante la portería rival. Portillo deberá esperar para su sprint final.