Los efectos perniciosos de la presión pueden con el histórico Estudiantes, alongado desde el inicio del curso al abismo del descenso, y que esta mañana (11.30 horas, Televisión Canaria2) se enfrenta al Gran Canaria 2014, que también busca un triunfo que le dé salvoconducto para la salvación definitiva en la categoría. Mientras el equipo del Ramiro se ha convertido en un polvorín y esta semana a punto estuvo de contratar a un escolta semirretirado (Louis Bullock) cuando todos reclamaban un pívot, los amarillos, cautos pero calmados, hacen números certeros para quedarse una temporada más en Liga Endesa. La victoria, según Pedro Martínez, aseguraría la categoría en un 99,9 por ciento.

Bendito aburrimiento espera para el Granca, dirán muchos, después de una temporada donde los pulsómetros han reventado en más de una ocasión en el Centro Insular y el descenso ha sido una amenaza real durante algunas fases de la campaña. Con el norteamericano Spencer Nelson renqueante por un problema en una rodilla, el grupo de Pedro Martínez viajó ayer a la capital de España para romper su tradicional mala racha ante el equipo estudiantil, que esta temporada apenas ha podido sumar unas cuantas victorias (7) en su propia pista. Si bien en la mayoría de las caídas se ha mostrado como un conjunto competitivo hasta el desenlace final.

Ambas escuadras se han enfrentado en Madrid en 18 oportunidades, y en 14 el balance se ha decantado para los locales y el resto para la insular. El Estudiantes ganó en la pasada campaña (73-71) y la última vez que venció allí el Granca fue en la 2009-10 (72-75), con un buen partido de Savané (11 puntos).

Aún con este triste balance en contra, la realidad se plantea distinta puesto que el último triunfo casero en la actual campaña del equipo de Trifón Poch, exentrenador del Gran Canaria, se remonta a principios del mes de enero frente al Assignia Manresa (76-70). A partir de ahí, todo ha sido una retahíla de sinsabores que los claretianos deben aprovechar para dar carpetazo a la historia de esta Liga y empezar a escrutar el horizonte futuro.

Después de dos derrotas consecutivas (Bizkaia y Sevilla), que rompieron las ilusiones de estar en el playoff, tras sumar tres victorias de relieve ante FC Barcelona, Joventut y Fuenlabrada, los amarillos encaran por primera vez en mucho tiempo un final de campeonato sin ese cosquilleo de verse entre los ocho mejores de la competición y capaces de cualquier gesta.