Paulino Rivero, Miguel Ángel Ramírez y Miguel Concepción tienen una cita el 15 de mayo. Ese día, los tres presidentes volverán a afrontar la delicada situación de tesorería que ha provocado el impago y la reducción -por parte del Gobierno de Canarias, a través del área de Turismo- del convenio de patrocinio firmado entre la propia administración pública, la UD Las Palmas y el CD Tenerife.

El problema, que parecía encauzado tras la reunión que mantuvieron todas las partes en Santa Cruz de Tenerife el 22 de marzo -cita en la que el Ejecutivo se comprometió a abonar a ambas entidades deportivas lo adeudado-, se ha vuelto a tensar por el retraso del Gobierno canario en el pago del dinero.

La administración pública, que incluso avanzó a ambos clubes la posibilidad de saldar el débito en marzo, ha retenido las partidas que corresponden a la UD Las Palmas y el CD Tenerife a la espera de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en cuyo borrador el Gobierno de España establecía un recorte de 800 millones para las cuentas canarias.

Deudas por el impago

En ese escenario, ni la UD Las Palmas ni el CD Tenerife podrán cobrar la parte del patrocinio que el Gobierno de Canarias les adeuda antes de junio, un contratiempo que genera una situación de estrés financiero para la economía de las dos instituciones deportivas, que ya acumulan débitos por impago y por los intereses generados por esas propias facturas sin abonar.

El Ejecutivo regional, presidido por Paulino Rivero, adeuda a la UD Las Palmas 600.000 euros correspondientes al segundo pago del curso 2010/11. Además, ambas instituciones aún deben resolver la propuesta del Gobierno de reducir -en un 68%- la partida correspondiente al contrato, que expira en 2015.

En concreto, la administración sólo quiere abonar 576.100 euros al año -tanto a la UD Las Palmas como al CD Tenerife-, una cantidad que poco tiene que ver con el desembolso de 1,2 millones de euros establecido en el contrato de esponsorización.