Desde las oficinas del Pío XII se considera que la UD Las Palmas juega en un estadio que, independientemente del juego del equipo, ahuyenta al público. Sin embargo, el proyecto para acercar la grada amarilla al terreno de juego, presentado por el club al Cabildo y aprobado por éste último, no se acometerá este año pese a que el plan inicial contaba con el actual periodo estival como el propicio para acometer la instalación de la nueva estructura.

El presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, reiteró el viernes pasado su apoyo al proyecto de la UD como un "compromiso" adquirido durante el periodo electoral del 2011 y que deben cumplir durante la presente legislatura. Pero, al mismo tiempo, informó que la partida correspondiente a su financiación, ya que ésta correrá íntegramente a cargo del ente insular como propietaria del recinto deportivo, afectará al presupuesto del ejercicio del 2013. De esta manera, sin una fecha cerrada, la decisión final sobre el momento de la intervención en el graderío de Siete Palmas con la que se superaría la barrera del foso y las pistas de atletismo queda postergada, como mínimo, al próximo año.

Mientras, a expensas de que sea el Cabildo el que defina en última instancia los costes finales del proyecto -en un primer momento se barajó una cifra que oscila entre los 2,5 y los 3 millones de euros-, si bien el cuándo permanece entre interrogantes lo referente al cómo parece ya definido. La propuesta inicial de la UD Las Palmas, presentada a la administración insular hace ocho meses, ha sido pulida por los técnicos del Cabildo bajo la premisa de la eficiencia económica. De esta manera se pretende instalar una estructura de gradas fijas, implantadas y desmontables, que continúe de manera descendente a las ya existentes. Al mismo tiempo y para no entorpecer la visión de la zona de espectadores que cubre la actual zona baja del graderío, se instalará sobre ésta una grada suplementaria, con lo que el ángulo de caída respecto al campo sería menor. Esta intervención afectará a tres de las cuatro gradas del Estadio de Gran Canaria, ya que delante de Naciente se ubicará una grada independiente y en paralelo por lo que la actual zona de Naciente quedará sin aforo.

A grandes rasgos, esta intervención conlleva que la grada de Naciente deje de estar a 40 metros de distancia de la línea de gol para estar situada sólo a 2,5 metros. Mientras, la grada Curva pasaría a estar a 22 metros cuando ahora se encuentra a 41 metros y por último, las dos bandas, Tribuna y Sur, se acercarán de los 25 metros iniciales a 7,30.

Los accesos se realizarían por las mismas pasarelas o tramos de escaleras que existen actualmente y que se extenderán en línea recta por la nueva superficie. Estas zonas estarán dotados de las pertinentes accesos rodados, adaptación para discapacitados y el correspondiente plan de seguridad y salidas de emergencia habilitadas.

"De la propuesta inicial a las modificaciones ha habido una evolución. Ahora hemos solicitado al Cabildo que estudien la idoneidad de la propuesta que hemos hecho para acercar al público al campo y además dotar al estadio de unos servicios bajo la actual grada ya que la zona inferior de la misma está desatendida", afirmó Patricio Viñayo, director general del la Unión Deportiva. Y es que este proyecto conlleva el instalar cantinas y aseos en las zonas bajo la grada Sur y Tribuna ahora mismo huecas para que los aficionados de las nuevas gradas no tengan que subir toda las escaleras para poder comprar un refresco o ir a los baños públicos del estadio, como es necesario hacer en la actualidad. Estas cantinas y aseos se instalarán en las cuatro esquinas del rectángulo que conforma el campo.

La torre, antes de Navidad

Mientras, los trabajos para que la Torre, ubicada en la calle Fondos de Segura, pueda acoger la sede del club, el museo, así como un gimnasio, una residencia y demás instalaciones complementarias, empezarán a acometerse antes de que finalice el año, según los planes del club.

Éste obra se acometerá a través de un modelo de financiación, aprobado ya por el Cabildo, en el que se redirigirá una parte del patrocinio que el club recibe de la administración insular. La UD Las Palmas cuenta con una partida pública de 1.635.000 euros de las que recibe 1.200.000. Los 435.000 euros anuales restantes son gastos que se utilizan para el mantenimiento del estadio en una especie de alquiler.

Éste es un convenio que vence en el año 2027 pero a partir de ahora será a través de este capital de donde se financiará y acometerá las obras de la torre y la futura ciudad deportiva en la parcela del anexo, donde se estudia poner cuatro campos de fútbol, 8 vestuarios y una zona de servicios diversos. Al ser una inversión pública en una parcela propia, la titularidad de estos dos proyectos, una vez finalizados, serán del Cabildo.