El Rocasa más canario de toda su historia se acaba de situar líder de la División de Honor femenina y da pie a su sueño de proclamarse campeón de la máxima categoría nacional, si bien sólo se llevan disputadas cinco jornadas de liga.

Y es que ayer, en un partido trabado como lo definió Paco Santana, entrenador del equipo canario, se impuso al que es su más directo rival, el Helvetia BM Alcobendas, después de dominar en el marcador desde los últimos minutos de la primera parte hasta el final del partido, pese a la reacción del equipo madrileño, que llegó a ponerse a un gol, diferencia que nunca pudo superar en un encuentro marcado por la eficacia de las lanzadoras y un elevado número de goles que dieron emoción a este duelo disputado con el calor del público del pabellón de Las Remudas y el propio de una elevada temperatura.

El partido no comenzó bien para el Rocasa. Estela paró dos penaltis a María Luján y Davinia y el Alcobendas fue el primero que se puso por delante en el electrónico, situación que se mantuvo hasta un preocupante 5-7. Pero desde ese momento el equipo canario consiguió equilibrar las fuerzas y gracias al acierto de Tiddara Trojaola se dio paso a una total igualdad, con elevado porcentaje de acierto en los ataques de uno y otro equipo.

Sólo en los últimos minutos de esta primera parte y después de culminar sus contraataques, el Rocasa adquirió una ventaja importante. Haridian deshizo el último empate del partido (11-11) y con los goles de Alba, Tiddara y de nuevo Haridian, el conjunto teldense se fue al descanso con la mayor diferencia hasta ese momento (15-12). Lo peor, el golpe que se llevó Tiddara, que le costó las dos paletas y una sensible merma en su juego pese a continuar en la cancha.

Al inicio de la segunda parte, el partido siguió inclinándose hacia el Rocasa. Una parada de Adriana González y el segundo gol de María González amplió la ventaja (16-12). Cuatro tantos que no hacían peligrar la victoria, pese a que esa ventaja no fue bien administrada.

El Alcobendas no se rindió nunca y gracias a su velocidad y entradas por la derecha se mantuvo en el partido, aunque el porcentaje de acierto del Rocasa no declinó con María Luján decisiva desde los siete metros y con otro gol desde lejos que puso la máxima diferencia (22-17) y un punto de inflexión, porque esos cinco goles no se supieron rentabilizar al máximo.

Pegó un nuevo tirón el equipo de Madrid y entre fallos y aciertos la diferencia se llegó a reducir a un gol. Faltaban diez minutos y el 27-26 en el marcador daba pie a cualquier conjetura. La suerte estuvo del lado canario, con un gol de Davinia y un penalti fallado por Silvia Arderius que propició la ventaja definitiva tras el nuevo gol de la capitana Davinia. El Rocasa, sin jugar bien del todo, sumó dos puntos de oro.