Los jugadores de la plantilla amarilla estaban citados ayer a las nueve y cuarto de la mañana en el Estadio de Gran Canaria para asistir a la charla habitual de los técnicos de la UD. Sin embargo, algo había cambiado en su habitual plan de trabajo. En lugar de Sergio Lobera, su entrenador, apareció el nadador invidente Enhamed Enhamed, bastón en mano y acompañado por Gayla, su perra guía. "Bueno, yo sé que tenían muchas ganas de que echáramos un partidillo pero es que me he dejado las lentillas en mi casa". La plantilla rompió en una carcajada.

La Unión Deportiva se encuentra en una situación complicada. Los resultados no reflejan sus méritos sobre un terreno de juego y la confianza en sus aptitudes se debilita. Esta tarde, frente al Real Madrid Castilla, la plantilla amarilla busca revertir la racha de resultados negativos que jalonan su inicio de curso y el medallista paralímpico y experto ponente en materia de coaching deportivo y empresarial, quería aportar su granito de arena mediante algunas de las técnicas y herramientas motivacionales que ha desarrollado a lo largo de su exitosa trayectoria deportiva.

"Primero hablé con los componentes del cuerpo técnico que me expusieron su punto de vista, las necesidades del equipo y qué aspectos querían que yo tratara", afirma el coach Enhamed, antes de añadir: "Después me dieron completa libertad".

En ese momento, entre risas y máximas empezó la lección de Enhamed, donde cada consejo estaba acompañado de una experiencia en su vida. Habló sobre su infancia. Cómo a la edad de ocho años ganó la ceguera, de las trabas que en un principio supuso en su vida y su planteamiento valiente a la hora de superar todos los retos que le ha planteado su vida. Los jugadores quedaron hipnotizados ante la empatía del ponente que relató cómo con catorce años de edad, había encontrado paz y libertad en el agua de una piscina, un espacio en el que ya no dependía de nadie y en el que podía liberar todo su pasión por la velocidad sin temer por su integridad física. Ahí empezó un recorrido que si bien siempre estuvo acompañado por el esfuerzo y la exigencia, hasta convertirse en un plusmarquista con nueve medallas paralímpicas en su currículum, nunca olvidó el motivo que empezó todo.

"Entonces les pedí que recordaran la razón fundamental por la que habían decidido ser futbolistas", relata éste y es que el nadador grancanario entiende que, "esto debe estar siempre presente y muy claro en el trabajo porque es lo que te permite aguantar en los días difíciles, cuando todo parece que sale mal y los partidos no se ganan". A pesar de su edad -Enhamed tiene 25 años- cuenta con una amplia experiencia en el mundo del coaching, desde que un día se dio cuenta de que podía aplicar las técnicas de motivación y superación que había aprendido en su camino hasta la cúspide de la natación adaptada. "Después hablamos de objetivos y de cómo deben estar siempre para ayudar al compañero porque no importa lo bueno que uno sea, al final ganamos o perdemos todos siendo un equipo", aseguró Enhamed, que señaló que incluso en su disciplina el papel del compañero y entrenador distingue el triunfo de la derrota. Por último, el ponente señaló a la gestión y el rendimiento ante situaciones de presión como una realidad que definió como el condicionante más importante para un deportista de élite como son los futbolistas de la UD. "No se han dado cuenta de que todo el mundo trata de definirlos. Ustedes hacen esto. Tu eres así o de otra manera", expuso éste ante un auditorio compuesto por ojos abiertos de par en par. "Son etiquetas que te pone el entorno, la prensa, los técnicos y hasta tu propia familia y es difícil que no te afecten. Pero al final lo importante es que eres tu el que decide qué identidad vas a tener y cómo vas a actuar", afirmó Enhamed, que además invitó a los jugadores amarillos a eliminar todo aquello que no suponga una ayuda en su mentalidad ganadora.

"Todo esto", afirmó Enhamed tras su charla, "no quiere decir que me haya encontrado un grupo sin confianza sino todo lo contrario. Yo he conocido un grupo muy fuerte, cohesionado y donde se respira un gran ambiente. Me ha sorprendido gratamente. Son gente que disfruta lo que hace y aunque esto pueda parecer algo obvio no lo es tanto cuando es algo que haces todos los días. Ellos están ilusionados, tienen hambre y ganas de trabajar".

Por último, el nadador grancanario afirmó que si bien no era amigo de hacer valoraciones tras sus sesiones de grupo, ayer había terminado muy satisfecho ante la respuesta de los futbolistas, que aprovecharon el último tramo de la charla para acribillar al nadador con preguntas de todo tipo. "Yo sólo quiero ayudar y espero que algo haya podido sumar. Ése es mi objetivo siempre y que gane la UD".