Dos encuentros y 210 minutos para sellar la resurrección. La UD ve la luz tras fulminar al Racing y batir al Sabadell, tras 141 días de sequía en el Gran Canaria, y además se logró dejar la portería a cero -el único precedente en Liga databa del 19 de agosto-. ¿El equipo amarillo ya ha salido de la UVI?

Tuvimos dos partidos fundamentales para nosotros -Racing de Copa y Sabadell en Liga- y sobre todo contamos con la circunstancia de jugar en casa que siempre te aporta un plus. Afortunadamente y por suerte pudimos sacar adelante el duelo copero y el pasado domingo encadenar otro triunfo. Es cierto que ahora se ve otro panorama; ante todo más tranquilo. Pero hay que ser cautos, no hemos hecho nada: seguimos en zona complicada y hay que seguir trabajando.

Espera el colista Guadalajara, el próximo sábado. Un duelo que parece asequible. Y luego Ponferradina y Hércules, dos rivales de la zona baja. La euforia regresa a Barranco Seco y reina un clima de Walt Disney. ¿No parece una temeridad teniendo en cuenta que su equipo está en descenso?

Eso es obvio. El drama está porque en la tabla estamos en la denominada zona roja. Tienes que salir de ahí cuanto antes. El equipo está y puede salir, el panorama hubiese sido catastrófico si los resultados no hubiesen acompañado en los últimos encuentros. Pero ahora hay que mantener esta línea.

¿En algún momento el vestuario de la UD Las Palmas vio peligrar la cabeza de Sergio Lobera?

Sabemos que los resultados suelen mandar. En estos casos, la primera baja es la del técnico. Además, el entrenador ya lo tiene claro, como técnico y cuando los resultados no acompañan quien paga el pato es él. Por suerte para todos no sucedió así; el equipo pudo ganar y pudimos salvar la situación. Pero aún queda mucho.

Toca hacer análisis. Se ha cumplido un cuarto de la competición -10 jornadas de 42- y el equipo ocupa la 19ª plaza. La promoción de ascenso, reto marcado por la dirección deportiva, se encuentra a ocho puntos. ¿Usted considera que toca ser realista y renunciar a la meta inicial del club?

Todavía no ha pasado ni medio año de competición. Posibilidades siempre existen; pero bueno, hay que ser conscientes de que estamos en una situación de que ese objetivo -entrar en promoción de ascenso- está muy lejos. Tenemos que pensar en salir del descenso cuanto antes, pero con la consigna de ir partido a partido. Es la única mentalidad y apoyarnos en el cambio que hemos mostrado en los últimos partidos en nuestro estadio. Así se puede llegar a otra situación; eso se verá en el tiempo y en los partidos que restan.

La UD es el equipo más goleado, junto al Guadalajara, próximo rival, con veinte goles en contra. Usted, en nueve encuentros, ha recibido diecisiete. ¿Dónde radica el problema de un mal endémico que se remonta a la 'era Jémez'? ¿Es un problema de la línea defensiva o de mentalidad a la hora de presionar de todo el conjunto?

El tema está por buen camino, en estos dos últimos partidos el equipo ha mostrado una mejoría en defensa. Y bueno, esperamos seguir así. En cuanto a la raíz del problema, considero que no se basa únicamente en el plano defensivo, es una cuestión de equipo y compromiso cuando no tenemos la pelota. No sólo se debe señalar a la línea de atrás y portero; todos son culpables. Ahora, el equipo ha mejorado y cambiado la situación. Tenemos que seguir en esta línea y cerrar el tema de recibir esa cifra de goles.

Antes del duelo copero, con la continuidad de Lobera en cuestión, un sector de la afición y opinión pública recordó la metodología y resultados de Juan Manuel -que dirigió a la UD en las dos últimas campañas-. ¿Qué siente el vestuario por la figura de Juan Manuel: añoranza o indiferencia?

Cada entrenador merece respeto y apoyo. Cuando estuvo Juan Manuel Rodríguez siempre respondimos; ahora está el míster -Lobera- y hay que responder. Estamos con él y su idea. Es más, si hubiésemos ganado más partidos no se hubiese dado el debate sobre su continuidad o comentarios sobre otros técnicos. Saltó el tema del entrenador pero él sabe que estamos ahí, y haremos lo posible por sacar el equipo adelante.

¿Cómo valora el estado del césped del estadio de Gran Canaria?

Está complicado, no entiendo de césped pero habrá agarrado un tipo de bicho y le cuesta recuperarse. Además, está más alto de lo normal. Está aún por recuperar y somos conscientes de que llevará su tiempo para que esté perfecto.

Usted ha vestido en este curso con Hummel de azul, negro, rosa y verde. ¿Seguirá de verde, tras dejar su meta a cero el pasado domingo en Siete Palmas?

-Sonríe- Hay que seguir con el verde. Por supuesto.

Ante el Sabadell hubo aplausos tras su última parada, ¿se ha reconciliado con la grada?

Nunca me sentí no querido por la afición. Siempre me han respetado. Hoy la agarran con uno y mañana con otro. Son cosas que pasan, eso es fútbol.

¿Qué opina de la caída de Armstrong, heptacampeón del Tour?

No sé nada. No sigo el ciclismo.

El domingo: River-Boca. Por supuesto irá con los 'millonarios'.

Voy con ellos por el hecho de vestir esos colores -temporada 2008-09 en la máxima categoría del fútbol argentino-.