En los corrillos relajados del antepalco del Gran Canaria, durante el descanso del partido que jugó el domingo la Unión Deportiva frente al Murcia, sonó con sorprendente insistencia en algunas conversaciones el nombre de Jonathan Viera, jugador grancanario del Valencia, como posible refuerzo para la Unión Deportiva en este mercado invernal que atraviesa su ecuador.

Es cierto que Viera no está teniendo tanto protagonismo en el equipo de Mestalla como anunciaba Braulio Vázquez, el director deportivo del Valencia, el pasado verano, pero no es menos cierto que hay seis o siete equipos de Primera División y alguno puntero de Segunda detrás del mediapunta de La Feria para llevárselo a préstamo durante los próximos seis meses. En la lista, ya se han anunciado el Celta de Vigo, el Real Zaragoza y el Granada, que anda con la soga al cuello, entre otros. El club nazarí vuelve a la carga un año después de intentar un traspaso, valorado en tres millones de euros, que frustró el propio jugador y su entorno profesional en el episodio de Alcorcón.

Además, el periódico deportivo Superdeporte avanzó que el Valencia no tiene interés en deshacerse de ningún futbolista durante este invierno, aunque la competencia para Viera, que ayer fue convocado para el partido ante el Madrid, se multiplique en las próximas semanas con la reaparición de Canales.

Por lo tanto, la opción de su regreso a la Unión Deportiva medio año después desde su venta se ve lejana, aún cuando colmaría la ambición de los dirigentes del equipo amarillo para apuntalar a un equipo que aspire, con todas las de la ley, a Primera División. Ayer, en Barranco Seco, los aficionados más fieles al equipo fantaseaban con la idea de volver a ver de amarillo al talentoso futbolista acompañando en ataque a su socio Vitolo, Momo, Nauzet Alemán o Thievy durante la segunda vuelta del campeonato.

En la Unión Deportiva, por el momento, adelantan que la opción del regreso inesperado de Jonathan Viera es tan lejana como ver la nieve en las dunas de Maspalomas. Pura utopía.