Octava participación del Herbalife Gran Canaria en una fase final de la Copa del Rey. ¿Tiene claro el vestuario que estar ahí ya no es un premio, que hay que ir a competir y ganar?

Este año lo vemos diferente. El club ha ido creciendo y eso es buena señal. Recuerdo mi primera participación con el Granca en una Copa del Rey, en Valencia y con el Pamesa, que era el anfitrión y era entonces un equipo muy potente, como rival. Ahí sí que pagamos la novatada, sin creernos lo que habíamos conseguido y lo que realmente éramos. Pero ahora no es así. Este año vamos a Vitoria, por decirlo de alguna manera, con mala intención. Vamos a ir a ganar, a llegar lo más lejos que podamos. Hemos crecido, lo percibo, lo disfruto y me alegro de que sea así. Hasta ahora, como si fuera un videojuego, nunca hemos logrado pasar de pantalla en la partida. Nuestro listón está ahí, y aunque no garantiza conseguir el objetivo, sí creo que este reto lo afrontamos con una mentalidad diferente.

¿Pesa cargar con la estadística que indica que el Granca nunca ha superado el primer corte en la Copa? ¿Incluso para una plantilla con tanta gente nueva y que no sufrió esas derrotas?

Un poco pesa. Y aunque los jugadores sean nuevos, eso se sabe. Es parte de la historia del club y se transmite. Hay ansiedad por pasar y superar el primer corte. Es un reto que tenemos todos. Es lo que hay y hay que afrontar el asunto. Pero en este caso veo las dos caras de la moneda. Está bien llegar a este punto, porque eso significa que el Herbalife Gran Canaria es un club que lleva mucho tiempo haciendo las cosas bien y muchos equipos desearían estar en nuestra situación. Pero también veo que otras entidades, con menos oportunidades, han aprovechado mucho mejor sus ocasiones. Y eso duele. Pero creo que una de las características y uno de los valores más importantes del deporte es la perseverancia. Y por eso, por perseverar, tenemos una nueva oportunidad, que además nos la hemos ganado en la pista. Y si caemos el viernes ante el Uxue Bilbao Basket tendremos que empezar a pensar en la siguiente, sin bajar los brazos.

De cara al partido ante el Uxue Bilbao, ¿habrá trabajo psicológico por parte del cuerpo técnico con la plantilla?

En ese sentido no haremos nada especial y nos centraremos en el partido. Hay que trabajar para hacer las cosas lo mejor que podamos y, dentro de lo que se pueda, disfrutar de un momento así. Tenemos que jugar con naturalidad y tener muy claro que tenemos opciones para ganar. Y esa losa, esa estadística que dice que nunca pasamos de cuartos de final, sólo habla de nuestro reto.

El Herbalife Gran Canaria cuenta con jugadores de altos vuelos. Jon Scheyer ha ganado una Final Four de la NCAA, Brad Newley tiene experiencia en la Euroliga y en unos Juegos Olímpicos, Uros Slokar ha estado en la NBA y Spencer Nelson se proclamó campeón de Copa en Italia. Eso debe ayudar en un escenario como los cuartos de final de la Copa del Rey.

Vamos a ver. Lo que sí creo es que tenemos un equipo con buena mentalidad competitiva. Y lo ha demostrado esta temporada, en partidos con finales igualados en los que ha sido capaz de resolver la mayoría a su favor. Contamos, además, con jugadores que están en su mejor momento a nivel de experiencia. Así que no cabe otra cosa que ser optimista. Vamos con buen ánimo a Vitoria, sin lesionados y a competir.

En el sorteo todo el mundo señalaba al Barça como el coco a evitar, pero los números indicaban ese día que el Uxue Bilbao era el mejor de los conjuntos que se quedaron fuera del bombo de los cabeza de serie.

Es una eliminatoria muy igualada. En su momento, nuestro objetivo era entrar como cabeza de serie porque así, de entrada, evitábamos al Real Madrid, que está imparable, y al Caja Laboral, que juega en casa. Eso era lo más positivo. Luego, cualquiera de los rivales que nos podía tocar iba a ser difícil de batir. El Asefa Estudiantes, que fue el último conjunto en lograr la clasificación, va a llegar en muy buen momento y no va a ser una perita en dulce para el Valencia Basket, por ejemplo. Así que el viernes ya veremos si el sorteo fue afortunado o no.

¿Qué es lo que más le preocupa del Uxue Bilbao Basket?

El Uxue Bilbao, al igual que hablábamos antes del Granca, cuenta con jugadores con mucha experiencia. Raúl López, Álex Mumbrú, Axel Hervelle, Roger Grimau o Nikos Zisis están habituados a jugar grandes partidos, en competiciones importantes. Están, a nivel general, más curtidos que nosotros y cuentan con el respeto arbitral. Además, forman un equipo tremendamente competitivo, con gente de calidad y con mucho recorrido. Están experimentados en partidos duros y una eliminatoria de cuartos de final de una Copa del Rey es eso, un encuentro que se sale de lo normal. Y ahí ellos están muy curtidos.

La dinámica del Granca, con tres derrotas en las últimas cuatro jornadas, no parece la mejor antes de afrontar la Copa.

Hemos bajado un poco el nivel desde que logramos la clasificación, pero tampoco llegaría más tranquilo si hubiéramos ganado los últimos cuatro partidos y nos presentásemos en Vitoria en plan campeón. Nunca se sabe. Lo que sí creo es que hay que delimitar que la Copa del Rey es una competición diferente a la ACB, en la que lo anterior no cuenta. Eso sí, me hubiera gustado llegar con mejores sensaciones, sobre todo porque hace unas semanas perdimos contra el propio Uxue Bilbao y la derrota contra el Bàsquet Manresa fue un desastre. La victoria contra el Fuenlabrada nos permite cambiar esa dinámica y afrontar la Copa como lo que es, un torneo diferente, un partido nuevo que hay que intentar ganar.

¿La plantilla, de forma inconsciente, ha podido bajar el pistón en las últimas semanas en la Liga para centrarse en la Copa?

Hablamos lo contrario en el vestuario. La temporada ha ido muy bien y, tras las primeras jornadas, marcamos como objetivo estar en la Copa del Rey. Cuando eso ya se había logrado de manera virtual, pedimos un esfuerzo para entrar en el torneo como cabezas de serie. Cuando conseguimos eso, tras ganar al Unicaja, nos fijamos como meta estar en el Playoff también como cabezas de serie. Y para lograr eso hay que ser fuerte desde el primer día porque si no, pierdes comba. Lo hablamos, como otras muchas cosas. A veces tienes éxito y otras no. Además, no sabría decir si esto ha ocurrido porque nuestros rivales han estado mucho mejor que nosotros o porque nosotros hemos estado relajados. Hace dos años nos pasó algo similar antes de acudir a la Copa del Rey de Madrid. Después de lograr el pase perdimos con claridad ante el Cajasol y no llegamos con muy buenas sensaciones al torneo, pero allí fuimos capaces de competir hasta el final contra el Real Madrid y luego nos recuperamos y firmamos un final de temporada espectacular. Ojalá podamos repetir aquello.

Por la dinámica del equipo y por el bajón de algunos jugadores, ¿cree que al Granca, con respecto a la primera vuelta, los rivales le han pillado la matrícula en algunos aspectos del juego?

Eso pasa. En la primera vuelta algunos de nuestros jugadores y algunos detalles tácticos que empleamos sorprendieron a los rivales. Pero la ACB es una liga muy competitiva y la gente se come el coco para frenar a los adversarios y te pilla. Además, no era lo mismo enfrentarse a principio de temporada contra el Herbalife Gran Canaria, que era un rival que venía de hacer un curso anterior flojo, que ahora, cuando es uno de los primeros clasificados y todo el mundo te quiere ganar. Los rivales salen más motivados, porque somos de los conjuntos que están arriba, pero nos ven mortales. La mayoría, ante el Real Madrid, puede ir con los brazos caídos, pero cuando les tocamos nosotros piensan que no somos mucho mejores que ellos, que somos de carne y hueso. Con todo, lo que tenemos que hacer es preocuparnos por lo que esté en nuestra mano, por trabajar duro y por tener buenas respuestas a todos los problemas que se nos presenten.

Al analizar el resto de eliminatorias, ¿cree que habrá opción para la sorpresa?

Últimamente siempre ganan los mismos... Vamos a ver. El Real Madrid está impresionante. Por juego, por confianza y por el número de jugadores es el gran favorito, pero no creo que en el Real Madrid estén muy tranquilos. Han quedado encuadrados, a priori, en la parte más complicada del cuadro y, de entrada, se cruzarán con el único equipo que les ha ganado. Es difícil que Juan Carlos Navarro, si juega, pueda repetir lo que hizo en el partido de Liga, pero tienen un cruce muy difícil para empezar. Y luego, si pasan, se podrían encontrar con el Caja Laboral, que jugará como anfitrión. Es muy complicado, así que mejor no hacer pronósticos y pensar en lo nuestro.

La Copa del Rey es un torneo muy especial. ¿Afronta esta semana de manera diferente?

Sí. Y eso que he ido muchas veces y nunca he pasado el primer corte. En ese sentido, el Granca y yo estamos hecho el uno para el otro [lo afirma con una sonrisa y aclarando que perdió, en cuartos de final, en dos ocasiones con el Bàsquet Manresa, una con el Akasvayu Girona y tres con el Granca]. Es una competición que motiva, muy bonita de jugar. Por experiencia no sé si la afronto más tranquilo, aunque eso es difícil de decir en mí, pero la encaro con serenidad. Hay que ir con buen ánimo, a ganar. Y si no lo logras, porque la Copa del Rey es un torneo que se juega en cuatro días y en el que pierden siete de los ocho participantes, pues te centras en el siguiente desafío, que es la Liga.

La afición del Granca ha dejado, en las ediciones de la Copa del Rey en las que ha estado presente, momentos muy emotivos. ¿Se siente su apoyo cuando uno está tan concentrado en afrontar un partido de tanta exigencia?

Se nota, se nota. Lo de la afición del Granca es tremendo. Nosotros vivimos lo que pasa con la nuestra y desconozco cómo serán las del resto de equipos, pero tiene mucho mérito. Tanto por su manera de apoyar como por su esfuerzo para estar allí con nosotros. Estamos donde estamos a nivel geográfico y eso le da un valor añadido y todo el mérito del mundo.