Asistimos estos días a distintas declaraciones sobre dopaje en el juicio de la Operación Puerto. ¿En sus años como profesional tiene constancia de prácticas dopantes en algún club o compañero?

No, nunca. Jamás he visto ningún movimiento extraño en los equipos donde he estado. Creo que es jugarte muchas cosas, jugarte tu propio futuro. He tenido la suerte de que no me ha tocado nunca de cerca, ni con compañeros ni en los clubes. Y si ha existido, no me he enterado.

¿Cree que existe dopaje en el mundo del fútbol?

Sinceramente no lo sé. Quien lo haga comete un tremendo error, porque es un perjuicio para su salud. Creo que en el fútbol, al ser un juego colectivo, es más complicado que exista dopaje, el individuo no asume tanta responsabilidad como en otras modalidades.

Hablemos del juego. ¿Se divirtió en el partido del domingo?

Sí, por supuesto. Era un partido para disfrutar. Me hubiera gustado haber hecho algún gol, pero vimos que el equipo se lo pasó muy bien en el campo y la gente disfrutó con la victoria en la grada. Eso es lo más importante. Al final, lástima que se nos escapara el goal average, pero si al principio del encuentro nos dicen que vamos a meterle cinco al Girona, que lleva toda la temporada arriba, cualquiera lo hubiera firmado. Vimos que, por las ocasiones, el resultado podía haber sido más abultado.

Habla de goles, lleva más tantos esta temporada que en las últimas cuatro.

Mi media por temporada está en cuatro o cinco golitos, a excepción de aquel año en el Xerez donde hice muchos [17 goles]. Llevo cuatro en la Liga y uno en la Copa del Rey, en total cinco, que podían haber sido dos más si no llego a fallar los penaltis. No me puedo quejar, pero cuando haces goles coges más confianza en tu juego.

¿Seguirá tirando los penaltis?

Si me veo bien y con ganas, sí. He metido dos penaltis en situaciones complicadas, uno con empate a cero y el otro cuando hacía falta en el famoso partido del Racing en la Copa. Mientras que cuando he fallado los dos penaltis, el equipo iba ganando, no tenían tanta trascendencia. En el partido del Racing todos miraban para los lados... y yo me sentí con mucha confianza.

Falta algún gol de falta directa, Nauzet y usted, entre otros, lo han intentado sin puntería.

Sí, es cierto, alguno deberíamos haber metido. Los ensayamos en los entrenamientos pero no nos ha salido en los partidos. Lo importante es que estamos sumando muchísimos goles, aunque no sean de falta, pero sí hacemos muchos en jugadas. Además, los goles están repartidos, no solo marcan los delanteros, también los que jugamos en las bandas.

Tato llegó enchufado.

Es un futbolista que llega con muchas ganas, que viene a aportar al colectivo su experiencia en el fútbol. El domingo pudo marcar su primer gol, ha tenido un inicio inmejorable. La competencia siempre exige más al resto, a mejorar para no perder el puesto. Todos los jugadores que lleguen de esta manera, pues bienvenidos sean.

¿Entendería que Lobera lo dejara en el banquillo?

Sí. Respeto muchísimo las decisiones del entrenador. Si llega la ocasión de quedarse fuera no pasaría nada, trataría de animar al compañero que salga y trabajar duro para volver al equipo. Sin más.

¿En estos momentos en qué parte de su juego confía más?

En el pase y en la asistencia. También en aguantar el balón en la banda, en jugar el dos para uno. Me siento muy cómodo, creo que le estoy aportando cosas interesantes al colectivo. Sobre todo, en las asistencias.

La velocidad de Thievy es una golosina para el pasador.

Sí, aunque no solo él. Tenemos a muchos jugadores que manejan el desmarque de ruptura, hay mucho juego de apoyo. Tratamos de combinar con Thievy, con Chrisantus en velocidad, con Vitolo cuando viene o con Nauzet cuando se descuelga a la banda. Hay muchas opciones, hay variedad de fútbol, como demostramos en el último fin de semana.

¿Qué imagen cree que tiene la gente de su juego?

Al principio los comentarios eran que venía a acomodarme o retirarme en la Isla. Ahora han visto que intento pelear por lo máximo, lucho para jugar en Primera División con este equipo y siempre me entrego, salgan las cosas mejor o peor. Estoy satisfecho de que la gente valore mi sacrificio.

¿Habrá milagro en Villarreal?

No podemos hablar de milagro, sino de competir como lo hemos hecho en casa. Somos conscientes de que nos están batiendo muy fácil. Creo que vamos a salir al Madrigal con un mentalidad más fuerte, con el mismo descaro que en el estadio de Gran Canaria. Vamos darles guerra.