Segunda victoria para un gigante de acero. El galo Sebastien Chaigneau, vencedor de la pasada edición de la The North Face Transgrancanaria, repitió triunfo al imponerse con autoridad, en una prueba marcada por su extrema dureza y cruzó ayer la meta como el Superman del Roque Nublo. El frío, la niebla y las precipitaciones configuraron un escenario dantesco, que provocó un número próximo al centenar de abandonos. Un infierno que no pudo con Seb.

Y en el caos, una sorpresa y un fotograma con lágrimas. Oier Ibarbia fue la gran revelación al alcanzar la segunda posición, en la competición de 119 kilómetros. Una gesta que llega acompañada de una firmeza a prueba de bomba. El competidor vasco se perdió dos veces durante el recorrido, circunstancia que compensó con una fortaleza por las cumbres de la Isla.

Pero la gran noticia llegó con la tercera plaza, el corredor del equipo Aristas Yeray Durán, que fue cuarto en 2012, logró una meritoria tercera plaza en la modalidad reina y tras permanecer más de tres horas en el hospitalito -al competidor se le tuvo que inyectar suero-, finalmente tuvo que retirarse en ambulancia a un centro hospitalario. Durán, que se emocionó en meta, agradeció el apoyo recibido durante el recorrido y brindó su bronce a toda la afición de Gran Canaria. "Esto es para ellos, gracias por guiarme", explicó el campeón del circuito de Canarias. Según su entorno, su estado no reviste gravedad y hoy estará en la entrega de trofeos en la Plaza de la Música.

En el cuadro femenino, Nerea Martínez dejó su firma de oro en la cita, una de las cinco pruebas del circuito mundial North Face de carreras de montaña, y que reunió a 420 especialistas de 30 nacionalidades. Fue un recital de casta y que tuvo lugar tras 17 horas de lucha.

La plata fue para la isleña Esther González que llegó a 17 minutos de Martínez. Un final de infarto que multiplica la figura de una gladiadora que acarició el tesoro.

Miguel Heras y Carlos Sá, ko

Con un trazado brutal, que sirve de regalo macabro para los competidores, en la décima edición de la prueba, los ultracorredores tuvieron que superar 7.600 metros de desnivel, un 33 por ciento más que en 2012. El cambio de recorrido endureció de forma radical aún más la carrera, al sumarle 1.800 metros de desnivel adicional, lo que se ha visto reconocido por los organizadores del Tour del Mont Blanc de Los Alpes con la máxima puntuación para los fondistas.

El puerto de Las Nieves acogió la salida de la madre de todas las batallas, con las notas de la Banda de Agaete como sintonía celestial. El ascenso a las principales cumbres del centro de Gran Canaria, a través del Parque Natural de Tamadaba, esperaba en el horizonte. Noche cerrada. Medianoche y pistoletazo de salida. Los primeros cuarenta kilómetros fueron determinantes. Marcaron un punto de inflexión y fulminaron a un grupo importante de favoritos al título.

El trazado se complicó por la lluvia y la niebla, lo que provocó el adiós del salmantino Miguel Heras -vencedor en 2010 de la Transgrancanaria- y de Aitor Leal, otro de los grandes favoritos. Por su parte, el luso Carlos Sá, que llegaba a la Isla avalado por su récord en el ascenso y descenso del Aconcagua, tampoco pudo seguir con el caminar infernal y presentó su renuncia en Tamadaba. Otra de las figuras del ultra trail de Sudamérica, como el argentino Gustavo Reyes, también sucumbió.

Y en esa batalla de frío, barro y nieve, Seb Chaigneau supo defender con solvencia el título conquistado el pasado año, fue el primero en pasar el control del campamento del Garañón, aunque el galo necesitó una hora más sobre el tiempo previsto por los organizadores.

El rey de hielo completó el recorrido de119 kilómetros con un tiempo de 14 horas y 5 minutos y aventajó en las primeras posiciones a Oier Ibarbia (14.30), Yeray Durán (15.03) y Zigor Iturrieta (15.04) -campeón de la Transgrancanaria-. Santiago Obaya se fundió en un abrazo con Durán e Iturrieta en meta, en otra de las imágenes de la competición.

En la Advanced, se impuso el gran favorito. El corredor sudafricano Ryan Sandes completó el recorrido con un tiempo por encima de las ocho horas (8.11.26). Reiter, de sólo 22 años, se tuvo que contentar con la plata y la tercera plaza fue para un notable Luzardo Barroso, que dio un gran recital.

Y fue en la categoría femenina de la Advanced, donde Gran Canaria se llevó el premio gordo. La isleña Yurena Castrillo (10.53) contó con el respaldo de los centenares de aficionados para besar el cielo de la meta. Hazaña para una de las perlas de la ultra trail. Lidia Gómez (11.22) y la neozelandesa Sophie Grant (11.39) completaron el podio de la segunda modalidad.

El triunfo en la distancia del maratón, de 42 kilómetros, correspondió al polaco Marcin Swierc (2.58), quien superó a los canarios Alexis Almeida (3.15) y a Rafael Bethencourt (3.28), mientras que la sueca Emelie Forsberg (3.42), otra de las grandes figuras del panorama mundial, pudo con Nuria Domínguez, hermana de Marta, atleta con un gran palmarés y campeona del mundo de los 3.000 metros obstáculos, mientras que la tercera plaza fue para Janelle Tarum.

En la Trans más salvaje de la historia, el excelente nivel de los competidores locales convenció a los espectadores -una cifra próxima al millar presenció el tramo final en la zona de meta-. De Yeray Durán a Yurena Castrillo, el acento isleño marcó una competición con un cartel de lujo.

Hoy, a partir de las 14.10 horas, tendrá lugar la entrega de trofeos en la Plaza de la Música del Auditorio Alfredo Kraus. El cierre de la Transgrancanaria tendrá lugar hoy a las 6.00 horas de la madrugada, tras cumplirse las 30 horas exigidas por el reglamento. Carpetazo a una prueba que eleva los límites de la condición física. "Estoy listo para empezar a correr; quiero otra más", bromeaba Chaigneau, el rey de hielo, mientras era atendido por los masajistas. El Roque Nublo ya tiene su nómina de héroes.