Juan José Cobo Plana (Barbastro, Huesca, 25-2-1961) irrumpió el 4 noviembre de 2004 en la historia de la UD y del fútbol nacional al aplicar por primera vez la Ley Concursal. Como magistrado del Juzgado de lo Mercantil relevó al técnico amarillo David Amaral, en aquella temporada 2004-05 en 2ª B, al no cumplir con un baremo de puntos y ordenó un embargo contra la Real Federación Española de Fútbol. Tuteló el proceso hasta 2006 y sentó las bases jurídicas de la supervivencia de la entidad tras reducir una deuda que rondaba los 70 millones de euros. Así se ganó el corazón de los seguidores amarillos.

Le apodan el Robin Hood del ladrillo, ayuda a las familias del Archipiélago que no pueden hacer frente a las hipotecas. Ha paralizado hasta treinta desahucios...

Para nada, yo de Robin Hood no tengo nada. Soy un juez aplicando el derecho y lo que considera justo impartiendo justicia. Que eso haya tenido repercusión, pues eso no lo dudo, pero me amparo en la jurisprudencia del Tribunal Supremo y ahora, incluso, lo que dice la nueva ley de la reforma hipotecaria. Que prácticamente ha confirmado, que no es que tuviese que confirmar nada, lo que exponía en las decisiones que he tomado, y que están amparadas por la nueva ley hipotecaria.

Las familias que mantienen su hogar le ven como un ángel.

Sé que ésa es una consecuencia de lo que estoy haciendo, pero obviamente como juez no me puedo regir por el criterio de hacer favores. Que la consecuencia de lo que estoy haciendo es el que alivio la carga hipotecaria de muchísimas personas humildes, pues me gratifica; pero no es eso lo que me mueve con las resoluciones.

Hablemos de la UD.¿Qué recuerda de su intervención del club amarillo, hace nueve años, en el primer proceso concursal del mundo del fútbol, y qué le parece que aún siga abierto? ¿Quién es el responsable?

No lo sé, y tratar de pronunciarme sobre este respecto sería entrar en las funciones del juez titular de lo Mercantil, que es el que lleva el concurso de Las Palmas y no es mi misión y ni quiero hacerlo.

¿Ve próxima la paz entre el presidente Miguel Ángel Ramírez y García Navarro?

Siguiente pregunta.

¿Cómo ve al equipo de Sergio Lobera, estará en Primera División dentro de unas semanas?

Por lo menos tenemos la ilusión y se ve posible. Está claro que tras los últimos resultados, el ascenso directo está complicado, pero entrar en el play-off es bastante factible y hacerlo supone entrar en una lotería. Y ya veremos cómo queda, pero lo que sí este año comparado con los anteriores, tenemos la ilusión y eso no nos la quita nadie. Podemos ascender.

¿Qué haría si el equipo logra ascender? ¿Haría una gran fiesta? Revele su promesa.

Una buena fiesta no lo sé, pero como dije hace unos días, que con toda seguridad será uno de los días más felices de mi vida. Eso seguro que sí, sin lugar a dudas.

¿Añora aquellos días en los que tuteló el proceso concursal de la UD Las Palmas y se ganó el cariño de la masa social?

Añorarlos no, los recuerdo con mucho cariño, la mayor parte de los momentos, pero otros con muchísima angustia. En definitiva hubo momentos buenos y malos. Fue como una montaña rusa, en la que nunca estabas en medio, siempre subiendo o bajando. Unos fueron maravillosos, pero también de desesperación al ver que no se conseguían los objetivos, pero creo que el resultado está ahí. En beneficio absolutamente de todos, de la sociedad, y de todos los que estaban implicados que salieron ganando con la resolución definitiva del concurso.

Desde 2004, la cifra de equipos de fútbol en concurso se acerca a la treintena. Deportivo, Betis, Zaragoza, Rayo...

Ahora es diferente y hay una experiencia muy grande sobre cómo se lleva un concurso de acreedores. Hace años el cuerpo de la ley se puede decir que era un bebé.

Cuando contempla, desde Lanzarote, que la UD pelea por subir a Primera y es un modelo económico a seguir por el resto de equipos de la categoría -según el actual presidente de la Liga, Javier Tebas-, ¿se siente partícipe del éxito, al convertirse su intervención en determinante para evitar la desaparición del club grancanario?

Si Las Palmas está viva se debe a que puse los medios para evitar la desaparición, pero no fui el salvador. La figura fundamental para que la entidad sobreviviese y que esté como está en la actualidad es del presidente Miguel Ángel Ramírez. Yo puse un poco el remedio jurídico, a todo eso, pero quien ha sabido gestionar, quien aprovechó ese remedio jurídico adoptando medidas empresariales magníficas fue Miguel Ángel Ramírez. Y ahora esperemos que todo ese buen hacer desde el punto de vista económico y empresarial se recompense con la satisfacción deportiva de subir a la Primera División. Esta Isla, la afición y todos los seguidores se lo merecen.

¿Es consciente que aún se le quiere y admira por la afición del Gran Canaria?

Soy consciente.

¿Qué opina de Lobera, que es aragonés como usted?

Me encanta y fue un gran acierto mantenerlo. A pesar de los comienzos difíciles, creo que es un magnífico entrenador y que entiende muy bien a los jugadores. Lo que es el fútbol, lo que lleva impreso en su filosofía me parece genial. Soy uno de los rendidos admiradores de Lobera, además es paisano mío como apunta.

¿Siente predilección por la figura de Nauzet Alemán, uno de los pesos pesados del vestuario?

Queda mal que lo diga, Nauzet Alemán es mi debilidad, y de mi hija pequeña que tiene la camiseta firmada de la primera época en la que militó en el club amarillo desde 2003 a 2010 [antes de marcharse al Valladolid]. Y sigue llevándola al estadio, antes le llegaba a las rodillas y ahora ha crecido. Y además, quiero reseñar que nunca ha llevado otra camiseta que no sea la firmada por Nauzet. Por él, tengo una debilidad especial. Además, fue partícipe de uno de los momentos más maravillosos de aquella época (2005-06) con el gol en Anoeta ante la Real B, que fue clave por el ascenso. Fue increíble, un gran capítulo para recordar y que aún sigue vivo en mi corazón.