La grancanaria Ana Correa vivió una temporada de color de rosa (coincidente con la camiseta de su equipo, el Béziers Volley) en su estreno en la Liga francesa. La jugadora de La Garita conquistó el subcampeonato en la potente competición gala, tras superar una lesión en la rodilla izquierda.

Ana Correa se planteó esta campaña recién finalizada un nuevo reto profesional. Tras ser campeona de España en cuatro ocasiones (en edad juvenil con el Hotel Cantur grancanario; Aguere tinerfeño y Menorca, en dos ocasiones) y superar las 100 internacionalidades con la selección nacional absoluta, decidió cambiar de aires.

Aconsejada por su compañera en la selección, Patricia Aranda, exjugadora del Cantur y actualmente en el Béziers, la central grancanaria fichó en el citado equipo galo, representativo de dicha ciudad sureña, que tiene unos 72.000 habitantes.

Ana confiaba en triunfar en el exterior, "ya que en la Liga española el nivel de juego había bajado, y sabía por Patricia que el de Francia era superior". De esta forma, esta trotamundos del voleibol, que a sus 28 años también ha jugado en Córdoba y Madrid, no se lo pensó dos veces e hizo una vez más las maletas. "Cuando me fui del Hotel Cantur", recordó, "siendo muy joven, lo hice para progresar como jugadora, y en esta ocasión buscaba seguir creciendo deportivamente", dice la espigada central, de 186 centímetros.

Y lo cierto es que su apuesta no pudo salirle mejor, pese a que Ana se vio obligada a estar durante varios meses inactiva, debido a una distensión en el ligamento cruzado de su rodilla izquierda. Sin embargo, su tesón en el periodo de rehabilitación le sirvió para llegar en su mejor momento a los instantes clave de la competición liguera. En el Béziers, Ana conoció la profesionalidad del voleibol femenino en el vecino país, desde el mismo momento de la presentación oficial del equipo, que se hizo en una concurrida fiesta, que supuso un acontecimiento social de relieve. Igualmente, participó en un calendario junto a sus compañeras, realizado por Alesha Deesing, voleibolista norteamericana del Béziers y apasionada de la fotografía, que retrató a las jugadoras en poses sensuales.

En teoría, el Béziers estaba destinado a ocupar la tercera plaza, debido al enorme potencial que atesoran el RC Cannes (campeón consecutivo en las últimas 16 ediciones de Liga) y el Mulhouse, que ganó en los dos partidos de la fase regular al Béziers.

Pese a ello, en los playoff por el título las denominadas ángeles de Béziers vencieron al Mulhouse y se plantaron en la primera final liguera de su historia, en la que su pabellón (con capacidad para 1.400 espectadores) presentó un ambiente de gala, aunque no sirviese para arrebatarle la supremacía a las vigentes campeonas, que vencieron a domicilio y en Cannes.

Ana, consciente de que se ha revalorizado tras obtener el subcampeonato en Francia, piensa cambiar de equipo la próxima temporada, y baraja algunas ofertas. Le gustaría continuar en Francia, aunque domine el idioma "comme ci, comme ça (así, así)", según afirma entre risas, y descarta regresar a jugar en Gran Canaria, pese a que el Olímpico estará dirigido por Sergio Miguel Camarero, su primer entrenador como profesional, "de quien guardo un gran recuerdo y al que le deseo mucha suerte".