El pasado jueves, minutos después de abandonar el Buesa Arena de Vitoria con la cabeza gacha al perder ante el Laboral Kutxa (57-56), un partido que siempre tuvieron bajo control durante 39 minutos y 58 segundos, los técnicos y los jugadores del Herbalife Gran Canaria optaron por quedarse con un solo detalle de una derrota tan cruel: con todo lo bueno, que no fue poco, realizado frente a un rival de mayor pegada y más recursos. En menos de 72 horas, el grupo claretiano se tomó la revancha al ganar en el Centro Insular al mismo adversario un encuentro resuelto, otra vez, de manera agónica en una prórroga (83-78). Y así, entre una cosa y otra, después de rozar la perfección con buen baloncesto, mucha actitud, trabajo colectivo y solidaridad, el Granca se encuentra ante una oportunidad para hacer historia: con empate a uno en su serie ante el Baskonia y a un solo triunfo de distancia de volver a hacer historia para colarse en la semifinal del Playoff por el título de la Liga Endesa.

En busca de la hazaña, el Herbalife Gran Canaria regresa hoy (19.30 horas, Televisión Canaria) a Vitoria, una plaza que no se le da bien al equipo claretiano, que ha sido derrotado en 25 de las 27 ocasiones en que allí se ha medido con el Baskonia. Pero en el imaginario colectivo y en los libros de historia del club claretiano, la capital alavesa es el escenario donde el Granca ha firmado algunos de sus mejores triunfos. Allí, el 21 de diciembre de 1985 -con Joaquín Costa, el actual presidente, como entrenador- ganó su primer partido como visitante en la ACB (80-81). En 2000, la capital vasca recibió al equipo amarillo en su primera participación en una Copa del Rey. Y el otro día, el pasado 8 de febrero, en el Buesa Arena derrotó al Uxue Bilbao Basket (74-62) para colarse, por primera vez, en las semifinales del torneo del KO.

Empeñado en superar desafíos y alcanzar estadios superiores, el Herbalife Gran Canaria tiene hoy otra cita mayúscula ante un contrincante, el Laboral Kutxa, que se siente arrinconado, al borde de la vergüenza y contra las cuerdas. Exigido al máximo por su pasado reciente repleto de éxitos y títu- los, el Baskonia se maneja bajo una presión extrema. El jueves, tras cada error de los jugadores dirigidos por Zan Tabak, la grada del Buesa Arena reaccionó con ira y malestar para señalar al culpable. Los síntomas que trascienden desde el vestuario vasco tampoco ofrecen buenas sensaciones, con un técnico que apunta al grupo después de cada derrota y con profesionales que no parecen sentirse cómodos con los métodos del técnico croata.

Con todo, al Laboral Kutxa le sobra talento para resolver cualquier entuerto. Y ese, a priori, se antoja como el principal enemigo del Herbalife Gran Canaria antes de afrontar el tercer encuentro de la serie. Medirse con un equipo donde militan jugadores como Andrés Nocioni, Macej Lampe, Thomas Huertel, Omar Cook, Fernando San Emeterio, Fabian Causeur o Nemanja Bjelica trae problemas. El principal, contrarrestar tanta calidad, con piezas que a nivel individual -si la inspiración es su mejor compañera durante la jornada- pueden romper todo tipo de defensas para batir a cualquier contrincante. Y, para añadir dificultad, el Baskonia llega herido a la cita. Bajo sospecha y criticado por su entorno, el equipo alavés puede multiplicar sus prestaciones para seguir en la carrera por el título -su objetivo real- y despejar dudas a su alrededor.

En busca del asalto al Buesa Arena, una cancha donde no derrota al Baskonia desde 2005, el Granca suma a Ryan Toolson, que se perdió el primer duelo de la eliminatoria por una lesión en la zona isquiotibial y que el domingo regresó para sumar 17 puntos vitales en el triunfo del equipo claretiano para empatar la serie. Con el escolta de Gilbert (Arizona) activo, Pedro Martínez suma una pieza más a su rotación y genera un problema serio a la defensa en el perímetro del Laboral Kutxa, que en el primer encuentro sobrevivió -en buena medida- gracias a la falta de acierto exterior del equipo claretiano en el último cuarto -además de los cinco tiros libres que erró en el último minuto y medio, el Herbalife falló los siete triples que intentó en el cuarto periodo-.

Sólo Chamberlain Oguchi, tocado después de recibir un golpe de Macej Lampe en un bloqueo durante el primer partido -acción que no fue considerada falta por los árbitros- y que no disputó ni un minuto en el Centro Insular, es duda para el tercer encuentro. El resto de la plantilla, con Tomás Bellas, Óscar Alvarado, Roberto Guerra, Ryan Toolson, Javier Beirán, Brad Newley, Eulis Báez, Spencer Nelson, Uros Slokar y Edy Tavares, están a disposición de Pedro Martínez y ayer se desplazaron hasta Bilbao.

En dos partidos, durante 89 minutos y 58 segundos, el Granca ha sido capaz de hacer frente al Laboral Kutxa en todos los frentes. Si el pulso exigía defensa, el grupo de Pedro Martínez se ha sentido como pez en el agua bajo esa circunstancia. Si el envite transcurría a velocidad de vértigo, al conjunto claretiano no le faltó talento para sumar puntos a todo tren. Si era cuestión de actitud, nadie es mejor que este grupo. Y si había dudas sobre su capacidad para encajar golpes, caer a la lona y volver a levantarse, los jugadores del Granca dieron una lección este domingo para pasar página y dejar atrás el desenlace cruel del jueves. Para ganar en Vitoria al Baskonia, el Herbalife ya conoce el camino y lo ha enfilado con ambición. No pierdan de vista a este señor equipo.