Una década después, la Unión Deportiva Las Palmas pelea por recuperar su posición de privilegio entre la élite de la Primera División. Pero, después de competir sin gloria, sufrir el calvario de la Segunda B y pagar las consecuencias del concurso de acreedores, llegó el momento más esperado y sin embargo, el juego amarillo no trasmite ilusión. El plantel insular llega a la cita más importante de los últimos tiempos, a la eliminatoria frente al Almería, con un exceso de dudas y carga emocional. La presión del último mes de competición ha hecho mella y la receta del club ha sido concentrar a los jugadores en Bandama. Mientras, Nauzet y Pignol, dos pesos pesados en el vestuario, imponen la cohesión del colectivo frente a lo individual.

"Tenemos que estar todos unidos porque no podemos seguir en la línea de los últimos partidos", señaló ayer Nauzet Alemán, el único jugador de la plantilla que sabe lo que es jugar esta fase final- ésta es su tercera- y tener éxito en ella, ya que ascendió con el Valladolid. "Todo depende de nosotros y tenemos que mejorar cosas a nivel de grupo, porque si jugamos como equipo tenemos serias opciones de ganar; pero si lo hacemos cada uno por nuestro lado nos equivocaremos como nos hemos equivocado en los últimos partidos", analizó el de Las Mesas.

"Somos conscientes de los errores que hemos cometido", valoró éste antes de añadir que: "No nos ayuda que cada uno vaya por su lado. Lo hemos visto. Si jugamos como equipo, lo hemos demostrado en los peores momentos, somos un rival peligroso. Siempre hemos dado la cara estando juntos".

Por este motivo, Nauzet entiende acertada la decisión de reunir al equipo en Bandama, algo que fue criticado por varios jugadores. "La concentración nos viene bien para conocernos mejor. Hemos estado nueve meses juntos, pero una convivencia ahora puede ayudarnos muchísimo por los últimos dos o tres meses que hemos pasado, para aislarnos de todo lo que se puede comentar y para estar tranquilos. La concentración nos vendrá genial", expuso.

Mientras, Pignol aseguró que tras quitarse la presión que implicaba la tensión de las últimas jornadas, el equipo está comprometido en "cambiar el chip" y que cada jugador esté perfectamente mentalizado ante el reto que se presenta. "La cabeza tiene que estar bien puesta. Cada uno debe saber lo que tiene que hacer dentro del campo, pero el corazón también es fundamental. Ascender es lo más bonito para todo jugador y hay que jugar con el factor del campo, con la grada, con el escudo que tenemos y con todo. Cada uno se lo tiene que meter en la cabeza y lo tiene que trabajar", valoró el francés.