¿Qué representa como parte del equipo organizador, alzar hoy el telón de la 25a edición?

Son las bodas de plata y nuestra meta es darle un toque especial. Brindarle todo el reconocimiento que merece. Será un gran reto.

Lo suyo es de mérito: coordina la cita y luchará para ganarla.

Intentas hacerlo llevadero, pero no estoy sola. Iballa -su hermana y campeona en la pasada edición de Pozo en Olas- y yo somos más bien la imagen de la cita. Detrás tenemos un gran equipo humano, que sin ellos no sería posible. Hay profesionales del marketing, de la comunicación, ingenieros, gestores de redes sociales en internet...Gente que se desvive y ama este deporte. La cita necesitaba un cambio y hemos devuelvo el Mundial a la gente de Pozo.

¿De qué se sentiría más orgullosa: de ganar la prueba de forma aplastante o que la cita sea la mejor de su historia?

Lo que más me llenaría sería ver una satisfacción total. Tanto en el área deportiva, como en el ámbito de la función social. Pero insisto, ahora sólo me centro en la competición. Llevamos ocho meses trabajando día y noche para que este evento sea posible, y gracias a los patrocinadores como el Cabildo de Gran Canaria, como Turismo, Promotour Canarias, el Ayuntamiento de Santa Lucía o firmas como Campofrío, Coca Cola y Red Bull, esto ya arranca.

¿Qué es más difícil: luchar por la corona mundial ante olas de cuatro metros o pelearse con los patrocinadores en esta crisis?

Es más difícil convencer a las firmas, pero la gente ha abierto los ojos. Y se han dado cuenta de que este deporte mueve grandes cifras. Llevamos 18 años compitiendo, sabemos lo que hay. Conocemos de primera mano la trascendencia del marketing y la comunicación. Entre todos podemos hacer una gran labor por este Mundial.

¿Qué presupuesto hay?

Unos 160.000 euros. Dirigidos por un club deportivo sin ánimo de lucro. Este año contamos más presupuesto, pero hemos invertido más en prensa internacional.

¿Se hace uno millonario?

No ganamos nada, lo hacemos porque nos gusta el deporte y su arista social. Llegará el momento en el que a lo mejor nos cansamos.

Tiene 35 años y lleva desde los 17 en el agua. Títulos, gloria, reconocimiento... ¿Pero con qué imagen se quedaría?

Cada año me suceden cosas y las voy apreciando; te hace ver la vida con otros ojos. Con más cariño. El año pasado fue duro, tuve que recuperarme tanto física como psicológicamente para salir de una enfermedad -un cáncer de ovarios-. No quería que la gente supiese por lo que había pasado, quería centrarme en organizar el Mundial de 2012. Al final, pude compatibilizar mi recuperación, la exigencia de la organización de la prueba y competir. Fui segunda -en Olas- tras mi hermana Iballa. Esa imagen fue lo mejor.

Tras superar un cáncer, se ha convertido en una embajadora de la superación. Un icono para miles de mujeres que ven un hilo de esperanza en su pundonor. Usted estuvo nueve meses sin entrenar. En una emotiva entrevista en la Cadena Cope apuntó que estuvo luchando esos nueve meses por su vida...

El tema empezó a finales de 2011, me detectaron un tumor en una revisión normal de ginecología. Lo que iba a ser una operación sencilla acabó en una de siete horas; y con la terrible noticia de que padecía un cáncer. Pudo ser un cronómetro que, una vez que se activa, no habría nada que hacer. Pero no fue así, consiguieron extirparlo a tiempo, tuve una estrellita en el cielo. A veces pienso que ha sido mi madre -ya fallecida- la que ha estado pendiente de mí en todo momento. Para mí fue muy duro, una experiencia bastante difícil en mi vida. Llegó el periodo de quimioterapia y fue un impacto para mí y mi vida, me retrasó en mis estudios universitarios. Terminé la quimio -abril de 2012- y en abril empecé a entrenar. En julio competí, con la fuerza que tenía, y antes ya había organizado el Mundial. Fue un sacrificio enorme.

La llenará de orgullo batir al cáncer, ¿más que sus 17 títulos?

Por supuesto, los títulos me han dado muchas alegrías pero si me quitas la vida, no la puedo disfrutar. Haber superado esta enfermedad, ha sido lo más importante en mi vida para seguir luchando y así poder ayudar a más gente. Me siento muy orgullosa.

Ha vuelto al agua en un plazo récord. ¿Cómo lo ha hecho?

Soy una mujer de retos, tal vez haya sido la razón por la que haya ganado tantos títulos. He tenido que confiar al cien por cien en el equipo médico y me ha ido muy bien. El apoyo de mi familia y mi pareja ha sido fundamental.

¿Ha pensado en la retirada?

No, el año pasado no quise airear el tema de la enfermedad, sólo quería que se hablase del Mundial. Igual que ahora, precisamos del apoyo de todos: prensa, afición, riders... Esta edición será especial y ha costado un gran esfuerzo. El reto es que sea la mejor del mundo.