La Unión Deportiva Las Palmas cuenta desde ayer con un delantero más para su nuevo proyecto. El murciano Jesús Rodríguez 'Tato', un futbolista que se convirtió en pieza habitual en el once amarillo durante la segunda mitad del campeonato, ha extendido por una temporada más su compromiso con el conjunto insular, después de que las negociaciones para su renovación dieran un giro de 180 grados en los últimos días.

La salida del canterano Cristian Herrera, con el que se contaba para el primer equipo, ha actuado en este caso como el detonante necesario para que desatacar unas conversaciones, iniciadas hace tres semanas, que se encontraban hace unos días en punto muerto. La continuidad de Jesús Rodríguez Tato era una de las prioridades señaladas por la entidad insular al finalizar el curso. El futbolista murciano, con 20 partidos como amarillo, había sido un referente ofensivo y un recurso frecuente en las alineaciones del entrenador Sergio Lobera desde su incorporación en el mercado invernal. Los técnicos y responsables de la comisión deportiva reconocieron que Tato, autor de cinco goles, había cumplido con los objetivos definidos en su contratación y, en consecuencia, la entidad le planteó una oferta para su renovación que, bajo los imperativos de austeridad que gobierna la planificación deportiva, sencillamente doblaba los emolumentos que éste percibió durante los cuatro meses que estuvo en la UD.

Tato rechazó esta primera propuesta al entenderla insuficiente. Al mismo tiempo, el futbolista, ex del Xerez, Cartagena y Albacete entre otros equipos, barajaba varias alternativas que superaban en importe y tiempo a la de la UD. Una de ellas provenía de la emergente y exótica liga de Azerbaiyán. En ese momento no hubo acuerdo y las conversaciones entre ambas partes quedaron suspendidas. En este sentido se expresó el presidente de la Unión Deportiva Las Palmas, Miguel Ángel Ramírez, cuando durante la presentación de la campaña de abonados, indicó que el club buscaba en el mercado un sustituto para el murciano. Sin embargo, la negociación no llegó a romperse del todo y la salida del canterano Cristian Herrera reavivó el interés por retener a Tato.

El delantero de Las Palmas Atlético era un valor de futuro con el que se contaba como refuerzo para la primera plantilla amarilla. Sin embargo, la marcha inesperada de Cristian de la disciplina amarilla trastocó los planes iniciales y desde Pío XII se reaccionó en busca de un delantero. Las conversaciones con Tato se recuperaron de inmediato y ambas partes han alcanzado finalmente un acuerdo, que entienden como satisfactorio, para que el delantero estampe en los próximos días su rúbrica, negro sobre blanco, en un nuevo contrato con la UD Las Palmas.

Satisfecho e ilusionado

"Mi intención desde que terminó la temporada era quedarme en la UD y ahora tanto yo como mi familia estamos muy contentos con este acuerdo", señaló ayer el protagonista del acuerdo una vez el club dio a conocer el concierto a través de su página web. "La negociación ha sido difícil", reconoció el propio Tato antes de explicar que pese a que "el punto de partida estaba alejado el club ha dado un paso importante en los últimos días y estoy agradecido por ello. Al final, Las Palmas ha hecho un esfuerzo importante y yo, por el otro lado, hago otro bastante grande porque mi voluntad era el poder retornar a un lugar y a un equipo en el que me he sentido querido, valorado y en el que he vuelto a sentir la emoción de la competición, la unión de un vestuario y todas esas cosas que nos hacen ser futbolistas".

El delantero, que vivió un episodio amargo en un Xerez al borde de la desaparición, señaló que ha preferido la opción amarilla frente a alternativas que le ofrecían hasta tres años de contrato. Tato explicó que en esta decisión pesó la afinidad que siente hacia el club y hacia un vestuario que valora como a una familia. "Sinceramente, a pesar de la dificultad de esta negociación, siento que nunca me he ido. He estado en contacto diario con los compañeros del equipo y puedo decir que conozco, con detalle y casi al minuto, todo lo que ha pasado en el equipo este verano, desde los movimientos del mercado hasta los rumores", descubrió este futbolista, algo de lo que puede dar buena fe, el central Deivid. Por último, una de las cosas que más valoró Tato en su experiencia en filas amarillas es la ambición del vestuario y las sensaciones que como deportista ha revivido entorno a las ambiciones del equipo. "Después de quedarnos a las puertas del ascenso, tenía una espina clavada que espero nos podamos sacar todos esta próxima temporada", señaló Tato, que asume como propio el objetivo del club de volver a luchar por el ascenso a Primera.