Después de muchos años de intentos y retrasando unos días el comienzo de esta edición, por fin la IX Semana de la Montaña contó ayer con la presencia de la montañera de referencia en España y en el Mundo, la vasca Edurne Pasabán (Tolosa, 1973), que llenó de cientos de seguidores la sala de proyecciones del Museo Elder e incluso se tuvo que acomodarlos en la planta baja siguiendo mediante una pantalla la conferencia inaugural. Edurne saltó a la fama al ser la única mujer del mundo en subir a las 14 cumbres más altas de nuestro planeta.

Pero como ella misma se encargó en desmontar, lo verdaderamente importante en su vida ha sido decidir el camino a seguir, mucho más que sus 14 ochomiles, "que no dejan de ser montañas", comentó en su amena charla seguida de algunos vídeos impactantes de sus últimos tres ochomiles.

Después de casi un año en 2006, donde una fuerte depresión le dejó en cama y sin actividad alguna, la llamada del Himalaya desde su interior fue lo único que escuchó de todo lo que llegaba del mundo exterior con la intención de ayudarla.

Pero solamente esa llamada, fue lo que le hizo salir de la burbuja y recuperar su sino. Por primera vez en su vida decidía el camino a seguir y en 2007 se lanzaba a una nueva expedición y coronaba el noveno. Fue entonces cuando se proponía por primera vez culminar los 14 ochomiles.

Pero esta vez Edurne tomaba las decisiones. La principal y que luego se convertiría en vital fue rodearse de un equipo de grandes profesiones del alpinismo. Ella sabía que no podía intentar ese reto como siempre lo había hecho, sino ahora rodeada de buenos amigos de verdad y de toda su confianza: "Los equipos son personas y que sean de buena gente. Yo estuve rodeada de buena gente y por eso esta noche estoy aquí con ustedes".

Estaba haciendo referencia a la bajada infernal del K2, donde sus compañeros tuvieron que arrastrarla literalmente para llevarla hasta el campo base después de sufrir una gravísima pájara a más de 7.000 metros de altura, además de las posteriores congelaciones en los dedos de los pies. Aquí ya había roto las estadísticas, pues ninguna mujer antes había logrado subir y bajar viva esta montaña.

El más grande de los desafíos

Solamente esos tres últimos ochomiles los pudo hacer ya como profesional, dejando atrás esta ingeniera de profesión la imposible combinación del trabajo en su empresa familiar o más tarde en el restaurante-hotel rural de su propiedad, con su verdadera vocación de montañera. Su empuje con el programa Al Filo de lo Imposible fue de gran ayuda para terminar el reto, pero como ella misma afirmaba, "por encima de todo lo que hemos hecho, no es cuestión de retos, sino de disfrutar de lo que hacemos, pasarlo bien".

Y puso de ejemplo la expedición a la Cho-Oyu, donde conoció al organizador de la Semana de la Montaña, el alpinista grancanario Javi Cruz.

Su asalto final al Anapurna y al Shisha-Pagma lo realizaba adelantando el calendario habitual de las ascensiones en la zona de Nepal y fue entonces cuando se encontró el montaje de la surcoreana Miss Oh, a la que solamente le faltaba un ocho mil. La forma tan espectacular en que había realizado tantas cumbres en tan poco tiempo hizo sospechar y como se demostraba posteriormente, Edurne fue realmente la primera mujer en poder decir Catorce Veces Ochomil, como se titula su libro, que sin duda será devorado por los que la siguieron anoche en directo y el "boca a boca".

Y para que no quedasen dudas, meses después volvía al Everest para subir sin la ayuda de la botella de oxígeno, que había utilizado en su primera ascensión.

Como le comentó Sebastián Álvaro -director entonces de Al Filo de lo imposible-, cuando contrató a Edurne para su primera expedición con TVE y ante sus dudas, porque iba a estar rodeada de un elenco de alpinistas de lo mejor de España: "la montaña pone a cada uno en su sitio". Y para Edurne quizá habría que añadir, que no solamente la ha puesto en su sitio como mujer número 1, sino que también ha encontrado el camino a seguir en la vida, mucho más importante que catorce montañas, como ella misma relataba anoche y reza en su libro, "una historia de superación personal para vencer el más grande de los desafíos".