El delantero estaba en casa. Ante la falta de gol y la disponibilidad de una ficha tras la marcha de Spas Delev, la UD Las Palmas ha tomado la decisión más natural, la de incorporar al primer equipo a Héctor Figueroa, máximo goleador del filial con catorce tantos. El jugador, hermano de Momo, se ejercitó ayer a las órdenes de Sergio Lobera, si bien aún tiene que llegar a un acuerdo con el club para renovar su contrato. Y es que, debido a su edad, su situación no es como la de un jugador del filial cualquiera. Para poder formar parte del primer equipo debe disponer de una ficha profesional, negociación que aún no está finiquitada aunque la predisposición de ambas partes es total. Tanto el club como el jugador han acordado que la duración del contrato sea hasta 2016, pero aún se deben cerrar los emolumentos que cobrará el de Las Torres.

Durante las últimas semanas el club ha rastreado el mercado para satisfacer la demanda de Sergio Lobera. El técnico amarillo, vistas las carencias del equipo de cara al gol y que era cuestión de tiempo la marcha de Delev, solicitó a la entidad el refuerzo de un delantero de área. Y, una vez comprobado que el mercado no ofrecía ninguna opción que convenciera a todas las partes, se tomó la decisión de reclutar al máximo goleador del filial.

Los acontecimientos se precipitaron durante la noche del martes. Tras una reunión entre los altos cargos de la entidad se decidió incorporar a Héctor Figueroa al primer equipo. El jugador recibió la llamada de Tonono, director de formación y captación del club, a la una y media de la madrugada para informarle de la noticia. "Siempre que sube un jugador de la base al primer equipo, el presidente tiene la deferencia conmigo de que yo sea quien se lo comunique. Es un ritual que tenemos", asegura Tonono. Le comunicó al jugador que se presentara en el entrenamiento del primer equipo, que se celebró ayer en Maspalomas. Y durante el día se iniciaron las negociaciones entre su representante y el club, unas negociaciones que van por buen camino pero que aún no se han culminado. "Venir a entrenar y que estén avanzando las negociaciones es muy importante para mí. No se puede firmar de un día para otro, pero solo faltan unos flecos", anunció el jugador en rueda de prensa, después de completar su primer entrenamiento con el primer equipo.

Un gol cada 144 minutos

De esta forma, Héctor Figueroa pasará de ser la referencia del filial a competir por un puesto en el primer equipo con Chrisantus, Aranda y Máyor. La UD Las Palmas ha marcado apenas 25 goles en 23 jornadas, una cifra poco apropiada para un aspirante al ascenso. La ausencia de efectividad de los delanteros ha sido especialmente evidente en las últimas semanas, pues el equipo lleva cuatro partidos sin celebrar un gol de uno de sus puntas -el último lo hizo Chrisantus en Huelva-. Para contrarrestarlo, la UD ha mirado para abajo, donde se encontraba un jugador que esta temporada lleva un promedio de un gol cada 144 minutos. Y es que Héctor Figueroa ha disputado los 23 partidos del filial en Segunda B, todos como titular, y en solo tres de ellos ha sido sustituido. En total, 14 goles en 2.024 minutos. Unas cifras que no han pasado desapercibidas en el mercado, sobre todo al tratarse de un jugador que finaliza contrato el 30 de junio y desde el pasado 1 de enero podía firmar con el club que quisiera. Sin embargo, la UD Las Palmas ya le prometió hace dos semanas que le daría ficha del primer equipo y él hizo oídos sordos a todas las propuestas que le llegaron, pues su única intención siempre ha sido la de llegar al primer equipo de su tierra. Recibió propuestas de varios clubes de Segunda, e incluso el martes le llamó un club de Primera para incorporarle a su filial, pero él prefería esperar a la UD y coincidir así con su hermano mayor: "Cuando le llamé estaba contento, no se lo creía, y ni yo tampoco. Es la primera vez que comparto vestuario con él. Me ha dicho que esté tranquilo, que trabaje y que no me ponga presión".

Preparado para el salto

A esa presión se refirió en rueda de prensa el propio delantero, que no quiere sentirse como el salvador: "Se está hablando mucho del fallo de Macky, pero todos son muy buenos. No hay que echarle la culpa a los delanteros de la falta de gol. Yo vengo a aportar mi granito de arena, y cuando pueda ayudar, ayudaré. Prefiero no meterme esa presión, sino disfrutar en el campo, que es lo que me ha dicho el míster. Me lo prefiero tomar así", indicó.

En el club no tienen dudas sobre las condiciones de un jugador que apenas lleva doce meses en la entidad, pues llegó el curso pasado procedente del Estrella y por petición de Víctor Afonso: "Siempre ha tenido en la cabeza que quería jugar en la UD. Lo que me ha gustado de él es que en cada entrenamiento mejora muchísimo su rendimiento. Tiene capacidad para mejorar, le va a venir bien dar este paso", indica el entrenador, en cuyos planes no entra incorporar a un delantero para el filial: "Confiamos en Adrián, Álvaro y Germán, y miraremos para dentro, para el C y el juvenil".

Tonono, director de formación y captación de la UD, se muestra en la misma línea que Vïctor Afonso, y define al delantero como un rematador puro, aunque considera que ha mejorado en su contribución al juego colectivo: "Es un jugador de área, que tiene una gran capacidad de trabajo, aunque aún tiene un campo de mejora muy grande. Es un gran rematador, oportunista y va bien de cabeza y con las dos piernas. Siempre ha sido un jugador que participa en el juego colectivo, pero cada equipo pide cosas diferentes. Él sabe hacer muchas cosas, contribuye en todo. Está preparado, sin duda", resume.

Sus cifras le avalan. De hecho, supera al último delantero salido del filial, Christian Herrera, que ahora milita en el Elche. Mientras el primero anotó 43 goles en 92 partidos (promedio de 0.46), el segundo convirtió 25 en 41 encuentros (0.60). "Los dos van bien en el juego aéreo y se saben mover dentro del área. Pero Héctor es más rematador, no necesita tanto como Christian para marcar. Héctor es más determinante", sentencia Víctor Afonso.