"Seguimos en pie y vamos a vivir día a día. Vamos a dar un voto de confianza a la directiva y trabajar para sacar esto adelante". La plantilla de la Unión Deportiva Vecindario, víctima en la incertidumbre financiera que atraviesa el club, es consciente de que la entidad ha esquivado una bala, la enésima en los últimos años, tras la salida de su soporte económico, Santiago Ledesma. Pero, ante el compromiso de continuidad asumido por los responsables, se declara esperanzada en la voz del capitán Yeray López.

"La situación es complicada pero nosotros para trabajar y debemos dar el máximo por la entidad, por la afición y por todos esos chicos que vienen detrás, de la cantera, y que tiene la ilusión y esperanza de jugar en el primer equipo". Yeray López, capitán del conjunto del Sureste no oculta, la tensión de la semana. El lunes pasado conocía la dimisión de Santiago Ledesma, vicepresidente de la entidad y su principal sostén económico, y la posible desaparición del Vecindario era más que una opción probable. "Lo hemos pasado mal, muy mal. Santiago estaba para todo y al conocer sus intenciones nos derrumbamos", reconoce el centrocampista. El exdirectivo, por su parte, explicó que su salida respondía a una situación de estrés y por sentirse demasiado solo en la tarea de mantener con vida un equipo que agoniza desde hace varias temporadas. Sin embargo, el miércoles, por la tarde, la junta directiva, sin la presencia del presidente Santiago Déniz -en viaje de negocios- mantuvo la apuesta del conjunto por seguir en la competición.

"El club ha decidido seguir adelante y tenemos su palabra de que se harán cargo de los gastos y nóminas. Sabemos que habrá cambios porque hay que recortar de donde sea para cumplir con este compromiso. Nosotros vamos a seguir trabajando para sumar puntos y confiamos que los directivos cumplan con la promesa que nos han hecho y terminar la temporada con dignidad", explica López.

Lo cierto es que el primer equipo del Vecindario, que milita en el grupo canario de Tercera División, genera un coste que ronda los 11.000 euros mensuales, pero las cuentas están embargadas por una sanción de la Seguridad Social que impide el acceso a subvenciones públicas. Ante esto, la directiva ha comunicado que se hará cargo, a corto plazo, del déficit mensual de entre 4.000 mil y 5.000 que produce la competición y, al tiempo, han realizado un llamamiento a su masa social en busca de pequeñas donaciones para hacer frente al día a día de la competición y no tener que retirar al equipo de la misma.

"Somos realistas y nosotros sabemos que o viene algún inversor y se enamora de esto para al menos pagar la multa de la Seguridad Social, que ha sido desmesurada y ha destrozado al club, o poco futuro le queda desgraciadamente al club", valora desde la sinceridad el futbolista de la UD Vecindario.

Mientras tanto, la realidad sitúa a los futbolistas y entrenadores en la incertidumbre. "Llevamos muchos años lidiando con problemas y esto pesa y mucho", señala Yeray López uno de los más veteranos del equipo. "No es fácil. Hay compañeros sin trabajo y esto es una ayuda que les reporta una apoyo importante a sus familias y sus casas", advierte antes de responsabilizarse, "pero bueno, no queda otra que tirar adelante. Tenemos la sensación de que si los resultados deportivos acompañan esto no hubiera pasado o sería de otra forma".