Supermán de acero contra el fuego. Arnau Juliá Bonmati es bombero y forma parte del grupo de rescate de la Generalitat de Cataluña (GRAE). Natural de Girona y cerca de los 40 años, es un competidor veterano y de éxito en el Ultra Trail. Hoy participa en un duatlón para policías y bomberos y el próximo miércoles aterriza en Gran Canaria por la corona de la edición más galáctica de la The North Face Transgrancanaria [de 125 kilómetros que une Agaete con el Faro de Maspalomas el 1 de marzo].

Afronta su cuarta participación en la prueba isleña y tratará de plantar cara al actual ganador, el francés Sebastien Chaigneau, y dejar sin aliento a los estadounidenses Scott Jurek y Timothy Olson, así como al sudafricano Ryan Sandes. Su secreto espera en el Roque Nublo, la imagen más bella que ha contemplado, en su dilatado expediente con el Buff Pro Team -en 2013 conquistó la Ultra Trail del Mont Blanc tras emplear 15 horas y 9 minutos para recorrer los 119 kilómetros-. Atesora 20 años de curriculum y batallas pero la fotografía del Roque Nublo la lleva tatuada en su corazón. "De Gran Canaria tengo un recuerdo inmejorable, he competido tres veces y no acudía desde 2010. Preciso de muchos kilómetros para estar en forma y aún es pronto. Llevo un par de meses entrenando, voy con la ilusión de hacer un buen papel", subraya.

A la hora de analizar el cartel de lujo de la cita, señala como el gran candidato al galo Chaigneau. "Es con el que más he competido, se trata de un grandísimo corredor. Mucho mejor que yo. Jurek es una leyenda y Olson siempre está en la zona de privilegio en este tipo de carreras. Y sobre Ryan Sandes, el sudafricano tiene algo a su favor que será el fuerte calor. Me entreno con temperaturas inferiores a 10 grados y en la Isla será otra cosa. Además el desnivel de la 'Trans' es muy grande y le favorece. Pero estamos todos aún en el inicio de la temporada. Habrá dudas sobre el nivel de los competidores".

Juliá cifra en 14 horas el tiempo del ganador. Una odisea. Pero el secreto del catalán reside en disfrutar en la montaña. "Debes mirar a tu interior y encontrar tus límites. Saber el ritmo preciso, dónde hacer un esfuerzo y cuando no. Mi meta es disfrutar y vivo la carrera con respeto. Ante tanta dureza, debe primar la ilusión". La filosofía del bombero se ha forjado en las principales pistas de tierra del planeta. De Argentina a China. "He cambiado mi mentalidad competitiva, ahora intento correr disfrutando aunque vaya agobiado y sin aliento. Siempre llevo una sonrisa. Si sufro, bajo el ritmo y busco disfrutar. Es la vía para llegar a meta".

Admirador de Marco Olmo

Luchar contra el fuego le permite contar con una visión de privilegio. "Ser bombero me da conocimientos técnicos de la montaña. Soy más previsor ante situaciones límites como ésta de 125 kilómetros. Tiro a llevar más material, pienso en lo que necesito para sobrepasar un tramo con la climatología adversa. No solo debes pensar en ir más rápido. Mi fuerte reside en la fortaleza mental y lo exploto".

El atardecer en el Roque Nublo, la gasolina súper para el bombero que reta a los gigantes del Ultra Trail. "Cuando entrenaba con Yeray Durán, mientras hacíamos el tramo entre Tejeda y Garañón, el Roque Nublo tenía ese color anaranjado. Una obra de arte. Algo idílico y que siempre me acompaña".

Atleta del Buff Pro Team Internacional, Juliá elogia al veterano italiano Marco Olmo -estrella y referente del Ultra con 68 años y ganador de la 'Trans' de la Isla-. "Corrí contra él en Gran Canaria y siempre me impactó la ilusión y estado físico; es un símbolo para todos". Ante la lluvia de talento, en la línea de salida espera un filósofo forjado tras 20 años de aventuras contra el fuego. Juliá va despacio. "La meta es sonreír", insiste.