El coleccionista de hazañas de arena. Ryan Sandes (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 31 años) es el mejor corredor de África y el único del planeta que ha dejado su firma en los cinco continentes. Icono mundial de Red Bull y del equipo Salomon, y tras ganar la Advanced [de 83 kilómetros] en la Isla en 2013, busca el sábado cruzar la meta en primer lugar en la Transgrancanaria de 125 kilómetros. "Saldré con precaución, la primera parte es durísima. Hay que guardar piernas para el final. El recorrido es precioso -que une el Pico de Las Nieves con el Faro de Maspalomas- y hay un grupo de 15 candidatos al título. Timothy Olson, Bowman, Yurek, Miguel Heras... Plantearán una enorme resistencia, pero saldré a tope", valora.

El vencedor de las pruebas del Desierto de Atacama (Chile), Desierto del Sáhara, Desierto del Gobi (China), la Antártida y la Jungle Ultra de Brasil entrena 23 horas semanales. Compagina la competición por todo el planeta con charlas de prevención contra las drogas. Es un galáctico de la montaña pero el sudafricano recuerda que "soy un trabajador más, todo el mundo puede correr. Es lo hermoso de este deporte, sólo precisas de unas zapatillas. No ganas dinero como un futbolista; pero es una disciplina hermosa, que crece por todo el planeta". El de Red Bull guarda silencio sobre su sueldo. "Debo trabajar mucho para estar en la élite; no diré lo que gano".

La bala de Patagonia

El emperador de arena desvela la imagen más bella que ha podido contemplar en las pruebas de ultra trail. "El desierto de Patagonia (entre Chile y Argentina) es fantástico, pero Gran Canaria me encanta. Aquí hay paisajes muy diversos, estás en la playa y en cinco minutos alcanzas el monte y te ves atrapado por la niebla y el frío. Me sorprenden los cambios bruscos de temperatura. Esto es un paraíso, como las montañas de mi país y una lista infinita de parajes que he podido ver gracias a este deporte".

Sandes, que desde hoy se ejercita en el Garañón, tilda de "desafío hermoso" coronarse en la Trans y acabar con el reinado del galo Sebastien Chaigneau. Pero el sudafricano matiza que los auténticos héroes son los competidores anónimos. Y felicita la actuación del teldense Máximo Rivero, último en 2013 al llegar a meta tras 29 horas de lucha. "Estuvo mucho tiempo en la montaña y eso merece todos los elogios. El desgaste físico y psicológico tuvo que ser bestial. Es mi héroe. Su ejemplo de lucha interior merece un aplauso". En su expediente de hazañas hay un capítulo dramático. "Me fracturé el tobillo y lesioné el ligamento; estuve casi medio año de baja".

Devorador de registros imposibles, el sudafricano conquistó la The North Face de Australia en 2012 con un tiempo de 9 horas y cuenta además con el récord de la cita de 90 kilómetros del Cañón del Río Fish de Namibia [tras completar los 90 kilómetros en 10 horas].

El secreto de su expediente reside en la libreta mágica de su técnico personal, Ian Waddell, y fuera de la competición hace surf. "Y me encanta el café, cuando no corro vivo en Ciudad del Cabo y trato de desconectar. Hago barbacoas con mis amigos y estoy con mi novia Vanessa Haywood [conocida modelo, actriz y que fue miss en Sudáfrica]. Juego al cricket, rugby, waterpolo y hago bicicleta de montaña. Pero, sobre todo me relajo, cuando no compito, en la playa".

El gladiador de arena recuerda el impacto en su país de la muerte de Nelson Mandela. "Hizo mucho por todos y fue un día muy triste. Se aprovechó esa fecha para enaltecer su figura y gran corazón. Pero me sorprendió ver niños de 4 años llorando en la calle, cuando no habían conocido a Mandela".

Y deja un consejo para principiantes ante el calvario de 125 kilómetros. "Deben tener paciencia, que no vayan rápido al inicio y que mantengan la sonrisa. Nunca debes perder la calma", valora, en Melenara, el galáctico de la arena. Una bala con fama mundial.