La incorporación de Gabriel Schürrer a la UD Las Palmas en el año 2000 sigue dando dolores de cabeza a la entidad amarilla catorce años después. El club, entonces presidido por Manuel García Navarro, compró al central argentino, descartado por el Deportivo, por 600 millones de pesetas -3,6 millones de euros-. El central acabó jugando 56 partidos con la camiseta amarilla en las dos temporadas que estuvo.

La UD nunca realizó el pago de ese fichaje, y para subsanarlo llegó a varios acuerdos con la entidad coruñesa. Así, se acabaron marchando Rubén Castro, Momo y Aythami Artiles, tres de los canteranos más prometedores en su momento. Además, ambas entidades acordaron que el Deportivo tendría derecho, desde 2004 a 2010, a llevarse a un jugador formado en la UD que no hubiera jugado al menos cuatro partidos con el primer equipo.

El club entonces presidido por Lendoiro solicitó a Sergio Suárez, que ya había jugado cuatro amistosos de amarillo, artimaña con la que la UD evitó que ese acuerdo se llevara a cabo. Catorce años después, el representativo grancanario y el Deportivo siguen en los juzgados a raíz del traspaso del defensa central argentino.