En busca del dorado en las bomboneras de plata. A la caza del ascenso, el navío de Lobera afronta este sábado en Miranda de Ebro su gran asignatura pendiente. Poner una pica en el futbolín de Anduva y vengar las derrotas en los escenarios más coquetos del planeta de plata.

En esa colección de teatros perversos y minúsculos, la UD agoniza. Hinca la rodilla con una facilidad pasmosa. De Vitoria a Alcorcón, los amarillos sólo han sumado 3 puntos de 18 posibles [con un balance de tres empates, tres derrotas y dos goles a favor por ocho en contra] en esa ruta maldita de la plata.

En Mendizorroza, ante el Alavés, la UD no pasó del empate (1-1) en la segunda jornada. En Los Pajaritos, ante el Numancia, idéntico marcador: (1-1). En el Ángel Carro de Lugo, tocó naufragio (3-0). En El Toralín de Ponferrada, un punto y Mariano Barbosa como salvador (0-0). En el fortín de Ipurúa, ante el Eibar, los amarillos cayeron por la mínima (1-0), y en el último desplazamiento, en Santo Domingo, el cuadro isleño sucumbía (2-0) ante el Alcorcón, que no vencía en su fortaleza desde septiembre. El césped de Anduva [que cuenta con las dimensiones de 105 × 69 metros] ya fue maldito para la UD en la pasada campaña. Los de Lobera cayeron (1-0) ante el cuadro rojillo, al transformar Muneta un penalti.

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