Cambio de roles en el universo táctico de Paco Herrera. Un movimiento con tintes revolucionarios. El técnico amarillo, en la sesión vespertina de ayer en el Municipal de Maspalomas, ensayó con el extremo zurdo Momo de mediapunta y dejó únicamente en banda a Tana y a José Artiles. En un ejercicio, donde ubicó a sus 27 piezas -solo Vicente se quedó fuera con molestias- en su demarcación natural, sorprendió aleccionando al de Las Torres en una demarcación más próxima al área, junto a Juan Carlos Valerón y al canterano Tyronne.

Con el fin de mantener la posesión y ser más incisivo, el preparador amarillo cede más protagonismo a Momo en el control del juego. En el tercer día de la pretemporada, y bajo las consignas de la presión y velocidad, el veterano estratega da un golpe sobre la mesa.

Otra de las notas curiosas, a la hora de etiquetar a sus jugadores, fue la inclusión de Asdrúbal Padrón como punta. El de Guanarteme quedó encasillado junto a Benja y Héctor Figueroa en la nómina de pistoleros. Cabe reseñar que en la pasada campaña, en la de su estreno, el canterano participó como extremo y mediapunta.

En la sala de máquinas, Hernán y Javi Castellano parten con la responsabilidad de generar la materia prima y el caudal poético del equipo. Con Roque Mesa en una posición intermedia, siempre con el bastón de mando y brindado una clase de talento en el laboratorio de Maspalomas, arrancó los primeros aplausos. En el costado derecho, se cumple la lógica, con Nauzet Alemán y Guzmán como opciones sólidas para el desborde y la fantasía.

Además, en lo referente a la retaguardia, Carlos Gutiérrez, que forma parte del plantel profesional tras su gran año en el filial, llevó las riendas de la línea, a pesar de no haber debutado aún de amarillo. Toma el testigo de Deivid, ahora en el Córdoba, y que también se caracterizó por su rango de mando.

Ritual con la baraja

A ritmo de pocha. Así se bautiza al nuevo inquilino en el ejército amarillo. El extremo Guzmán Casaseca agota las plazos de integración en el stage de concentración con la baraja y la luz de cuatro gladiadores curtidos en mil batallas en la UD. Espíritu de equipo. Unidad y camaradería para la nueva bala amarilla. La llegada de un refuerzo exige un ritual. Y se forja con un baile de cartas en el salón de la fortaleza de la ilusión del Dunas Don Gregory. El ex del Alavés, que se convirtió en el primer alta del director deportivo ´Nico´ Rodríguez, pugna con Nauzet Alemán por la propiedad del costado diestro. Ya luce su impronta de velocista y poco a poco, escoltado por los veteranos, conoce la grandeza del escudo del Roque Nublo.

Con 29 años y avalado por su curso en Mendizorroza, el jugador extremeño es un soldado ´pío-pío´ más. Cuenta con tres guías de primera, con una lluvia de kilómetros a sus espaldas. David García, el gran capitán, Aythami Artiles, un zaguero de hormigón armado, Ángel López, un perro de presa, y Momo, el alfil de oro, completan la nómina de veteranos en el protocolo de la pocha. Se mueven las cartas y cae el as de oros. Guzmán ya respira como un integrante más del mecano de Herrera. Junto a Christian y el Chino Araujo, completa la lista de forasteros. Una categoría que se fulmina con juegos de mesa. Todos entran en el escudo de la UD.