La UD Las Palmas competirá este año en la Segunda División de más prestigio de toda la historia del fútbol español. Nunca antes se habían juntado tantos clubes con tantas temporadas en Primera División y con un palmarés semejante. Recopas de Europa, semifinales en la Copa de la UEFA y hasta títulos de Copa del Rey y Liga brillan en las vitrinas de algunos de estos clubes. La hoja de ruta de la temporada se conocerá hoy con el sorteo del calendario, que tendrá lugar en Madrid a partir de las 10.30 horas. La temporada, que promete emociones fuertes, comenzará el 24 de agosto y terminará el 7 de junio para dar paso a la siempre apasionante promoción de ascenso.

El descenso del Real Betis, Valladolid y Osasuna, así como la permanencia de Mallorca, Zaragoza o Sporting de Gijón, además de la UD Las Palmas, e incluso el ascenso de Racing de Santander y Albacete, da como resultado una categoría con nombres que provocan respeto. Si el curso pasado muchas voces criticaron el bajo nivel de la categoría, en esta ocasión ocurre todo lo contrario, pues antes de que empiece todos ponen el listón muy alto.

Uno de los motivos es que hayan ascendido a Primera dos clubes que no entraban en las quinielas de nadie. Eibar y Córdoba, así como el Deportivo, se fueron a la élite. En su lugar competirán Betis, Valladolid y Osasuna, tres clásicos de Primera de la última década. Los pucelanos estuvieron cinco temporadas, los sevillanos ocho y los navarros tenían un pleno.

Además, se han mantenido Mallorca y Zaragoza, que estuvieron a punto de seguir el camino de Tenerife y Racing de Santander, que se fueron de Primera a Segunda B en dos años. Y es que la crisis económica ha provocado que la mayoría de los clubes que descienden aprieten sus cuentas, por lo que les cuesta retornar a la élite y se van acumulando en Segunda equipos de gran tradición. Así, esta temporada se juntan seis clubes que en la 2011/12 se encontraban en Primera. El abismo a nivel de ingresos que hay en ambas categorías provoca que bajar sea un drama.

La planificación de la nueva temporada de los tres clubes descendidos es totalmente diferente. El Betis mantiene a sus pilares y se refuerza con efectivos de calidad y el Valladolid mantiene un cierto equilibrio en su presupuesto mientras Osasuna está obligado a hacer un cambio radical.

El Betis, gran candidato

El equipo que más intimida en la categoría, el que está un escalón por encima del resto es el Betis. Con Alexis Trujillo como secretario técnico y un proyecto acertado ha recuperado la estabilidad social y deportiva perdida desde que destituyeron a Pepe Mel a mitad del curso pasado. Han mantenido a jugadores de la talla de Rubén Castro, Jorge Molina, Adán, Álvaro Vadillo, Matilla o Cedric, y además han incorporado a Dani Pacheco, Dani Giménez, Rennella o Álex Martínez, destacados de la categoría de plata la temporada pasada. Con Julio Velázquez, procedente del Murcia, en el banquillo, parten como el principal favorito al ascenso, el rival a batir.

Muy diferente al del Betis es el panorama que se le presenta a Osasuna y Valladolid. El conjunto navarro, que va camino de entrar en Ley Concursal, acaba de recibir el permiso de la LFP para fichar. Eso sí, solo podrá incorporar nuevos efectivos en calidad de cedidos o con la carta de libertad. Y es que debe en torno a 50 millones de euros a Hacienda y en este momento no tiene presidente. Las riendas del club, a la espera de las elecciones que se celebrarán en septiembre, las lleva una junta gestora.

Osasuna, en ruinas

Así, a un mes para el inicio de la competición Osasuna apenas ha hecho movimientos en el mercado. En el banquillo estará Jan Urban, exjugador del club y que dirigía a las categorías inferiores hace años. Se han marchado Oriol Riera y Armenteros, pero en la planificación está prevista también la marcha de pilares como Andrés Fernández, Cejudo, ´Gato´ Silva, De las Cuevas, Arribas y Sisi. Una limpieza absoluta ya que no pueden hacer frente a sus nóminas.

El Valladolid se encuentra en un punto intermedio, pues va a conservar a pilares como Óscar, Marc Valiente, Álvaro Rubio, Omar o Bergdich. Sus cuentas, aunque está en Ley Concursal, no se encuentran tan destrozadas. Así, pese a la marcha de Mariño, Javi Guerra, Manucho o Rukavina, está en condiciones de formar una plantilla para regresar a Primera de la mano del técnico Joan ´Rubí´.

Tanto Osasuna como Valladolid se encuentran en un tren con muchos vagones en el que se encuentra un buen número de clubes, todos ellos detrás del Betis. Ahí se encuentran también la UD Las Palmas, Sporting de Gijón, Real Zaragoza y Real Mallorca, algunos con una incógnita enorme.

Y es que Sporting de Gijón y Zaragoza no han realizado ningún fichaje. El club asturiano, que ya ha perdido a Canella y Lekic, se encuentra a la espera de vender a Scepovic para tapar sus agujeros, aunque siempre les queda la garantía de Mareo.

El Zaragoza, como el Mallorca, es la viva imagen de lo que le puede ocurrir a Betis, Osasuna o Valladolid si no logran el ascenso de inmediato. El Mallorca ha reducido su presupuesto de 22 millones de euros a diez y busca dar salida a Alfaro y Nsue, que se sumarían a las bajas de Hemed, Aouate, Nunes, Thomas, Ximo Navarro o Moreno. Sin embargo, los fichajes de Arana, Cabrero o Truyols arrojan algo de esperanza. Miquel Soler es el entrenador y Miguel Ángel Nadal el director deportivo, rostros populares para recuperar la paz social.

La reconstrucción maña

El Zaragoza, aunque se encuentra en una inestabilidad parecida, es caso aparte. El pasado martes Agapito Iglesias anunció su intención de donar a la Fundación Zaragoza 2032 el 90,62 % de las acciones que poseía y Christian Lapetra, hijo del mayor mito del club, será el presidente. El nuevo grupo directivo se hará cargo de pagar la deuda que amenazaba con descender al club e iniciarán la reestructuración de la plantilla, que en este momento es un solar. Solo Montañés, Álvaro, el grancanario Javi Álamo, Barkero o Víctor Rodríguez dan garantías de ser un candidata al regreso.

A todos ellos hay que sumar otros clubes que esperan lograr la permanencia rápido para seguir los pasos de Eibar, Córdoba, Murcia, Tenerife o Recreativo, que no afrontaron la temporada pasada con el objetivo del ascenso y lo lograron o lo merodearon. Es el caso de los propios Murcia, Tenerife y Recreativo, o de los recién ascendidos Racing y Albacete, cuya historia les obliga a tener siempre en el horizonte Primera División.