Mahiedine Mekhissi-Benabbad, que había ganado la final de 3.000 metros obstáculos, ha sido descalificado tras la reclamación presentada por la delegación española porque el subcampeón olímpico se quitó la camiseta en la recta final. La medalla de oro pasa a su compatriota Yoann Kowal con un tiempo de 8:26.66, la de plata al polaco Krystian Zalewski con 8:27.11, y la de bronce al español Angel Mullera con 8:19.16, en tanto que el segundo español, Sebastián Martos, asciende al cuarto puesto con 8:30.08.

El Jurado de Apelación, resolvió descalificar al francés, que cruzó la meta sin camiseta, lo cual es contrario al reglamento de la IAAF. Había conseguido su tercer título consecutivo, pero en el resultado oficial apareció una tarjeta amarilla y minutos después figuró como descalificado en virtud del artículo 143.1.

"En todas las competiciones los atletas deben usar vestimenta que esté limpia, diseñada y llevada de forma que no sea ofensiva. (...). Cada atleta debe ir provisto de dos dorsales que durante la competición debe llevar puestos de modo visible sobre el pecho y la espalda", establece el reglamento. La delegación francesa, a su vez, ha presentado un recurso contra la descalificación de Mekhissi-Benabbad.

"Creo que se ha reído un poco de sus rivales. A ver si con (el keniano) Kemboi (campeón olímpico) se quita la camiseta. No me ha gustado. Tiene que ser un gran atleta dentro y fuera de la pista. En esa recta se ha equivocado totalmente. Se puede celebrar levantando los brazos, como si quiere ir marcha atrás, pero quitarse la camiseta es muy feo y se merece un ataque de atención. Creo que se merece la descalificación", explicó Mullera sobre el francés.

Sebastián Martos fue todavía más crítico con el ganador. "Es una total falta de respeto hacia los demás corredores. Yo jamás haría eso. Nunca se ha visto en un estadio de atletismo. Esto es un deporte limpio y eso es jugar sucio. Ya ha demostrado varias actitudes mañas en años anteriores. No sé lo que pasará, pero después de eso me espero cualquier cosa de este atleta".

"En la zona de calentamiento parece buena persona, pero luego tiene estas actitudes que no las entiendo. Se peleón con su compatriota Mehdi Baala, otra vez golpeó a la mascota. No entiendo como pudiendo disfrutar de una victoria se dedica a hacer estas cosas. Me parecería justo que lo descalificaran. No se puede correr desnudo, A mí me ha sentado bastante mal".

Martos y Mullera llegaron a Zúrich como segunda y tercera opción española. La mejor baza, Víctor García, se quedó en las series al sufrir en el último obstáculo una caída tan dolorosa física como anímicamente, dos años después de haber ganado el bronce en Helsinki con otra caída en la última valla.

Líder del ránking europeo del año con 8:07.45 y nueve segundos de ventaja sobre el resto, Mekhissi dejó hacer a los demás. Primero los dos españoles, luego el turco de origen keniano Tarik Akdag, después al francés Yoann Kowal, que se fueron relevando en cabeza.

El primer mil se pasó en 2:55.92 e inmediatamente Akdag pegó un tirón que ya obligó a Mekhissi a colocarse a su estela, y a tomar la cabeza del grupo poco después al comenzar el último kilómetro.

Mullera entró tercero al toque de campana pero cedió a 250 metros del final y llegó cuarto con 8:29.16, precediendo a Martos (8:30.08), mientras Mekhissi festejaba por anticipado su victoria con un punto de irreverencia y una marca de 8:25.30.Segundo fue su compatriota Kowal (8:26.66) y tercero el polaco Krystian Zalewski (8:27.11), antes de que se resolviera la descalificación del ganador.

Resto de españoles

El castellonense Pablo Torrijos, debutante en unos campeonatos de Europa sénior, se clasificó octavo en la final de triple salto con una marca de 16,56 metros que calcó en la tercera y en la sexta ronda. La victoria fue para el francés Benjamin Compaorécon 17,46, seguido de los rusos Kyukman Adams (17,09) y Aleksey Fyodorov (17,04).

Dos semanas después de proclamarse campeón de España en Alcobendas (Madrid) con la mejor marca de su vida (16,87), el atleta del Playas de Castellón logró su objetivo de llegar a la final, y accedió, además, a la mejora.

Mercedes Chilla, de 34 años, diez veces campeona de España, terminó décima en la final de jabalina con un mejor tiro de 57,91 que no le permitió avanzar a la mejora.

La jerezana era la "abuela" entre las finalistas, como ella misma no tuvo empacho en proclamar, y su único objetivo era disfrutar en un estadio tan significativo como el Letzigrund.

Chilla ya tiene asegurado un puesto en los anales del atletismo español al conseguir, hace ocho años en los Europeos de Gotemburgo (Suecia), la primera medalla española en lanzamientos en unos campeonatos al aire libre.

Por la mañana, en el centro de la ciudad, la marcha femenina encandiló al equipo español durante 17 kilómetros, pero las esperanzas de una nueva medalla, al día siguiente del oro de Miguel Ángel López, se evaporaron en el último tramo.

La debutante Raquel González marchó en compañía de las mejores hasta que pegó el tirón definitivo la rusa Elmira Alembekova, discípula de la campeona mundial y olímpica Olga Kaniskina y adscrita al grupo del controvertido técnico Viktor Chegin, el de los 18 atletas con problemas de dopaje.

González, cuya excelente forma llegó a "asustar" a su entrenador, José Marín, según contó ella misma, pinchó en los tres últimos kilómetros y cayó hasta el décimo puesto mientras por detrás su compañera de entrenamientos Beatriz Pascual, mucho más experta, se llevó el título honorífico de mejor española, octava.

Mientras tanto, los pertiguistas Igor Bychkov y Didac Salas tenían una deslucida actuación en el estadio. El primero, campeón de España, saltó 5,30 y no pudo con los 5,50, y el segundo ni siquiera pudo con su primera altura. Regresa a casa con tres nulos en 5,30.

Tampoco Javier Cienfuegos superó la prueba en martillo. El atleta de Montijo fue mejorando (71,53, 72,31 y 72,55) pero no lo suficiente para estar entre los doce mejores en la final.

Sergio Ruiz hizo su mejor marca del año en la primera serie de 200 (20.73). Sólo fue quinto, pero su registro le abrió las puertas de las semifinales en la repesca. El de Sabadell regresó ocho horas después a la pista para correr la penúltima ronda, ya sin opciones reales de seguir. Fue octavo en la primera serie con 20.85.