El primer viaje fuera de España de la UD contado por sus protagonistas. Pantalones de segunda mano, ahorros para comprar unas botas de última generación, un destino conflictivo, algo de cerveza y, sobre todo, mucho frío. Berlín está en la historia del club amarillo.

El Hertha fue el primer rival de la UD en competición europea. Tras empatar 0-0 en la ida en el Insular el equipo entrenado entonces por Luis Molowny viajaba a la capital de la República Democrática de Alemania con el objetivo de pasar a la segunda ronda de la Copa de Ferias. Pero fue eliminado.

Víctima del frío, de la inexperiencia en esas lides y de la fuerza del Hertha el cuadro insular cayó 1-0 por culpa de un gol de penalti qde Paztke en la segunda parte. En el Insular, donde los locales fueron superiores, perdieron los de Molowny sus opciones de avanzar.

Oregui, Guillermo Hernández, Tonono, José Luis, Paco Castellano, Niz; Mamé León ,Gilberto II, Trona (José Juan), Germán Dévora y Gilberto I fue el once inicial que jugó en el Olímpico de Berlín, donde se disputaron los Juegos de 1936, cuando Jesse Owens desafió a Hitler. Guedes se encontraba sancionado por ver la roja en la ida.

"Fue un partido muy feo, con pocas ocasiones para los dos. No estábamos en plenitud", explica Germán Dévora. Trona destaca como clave la temperatura: "Yo tenía 19 años y recuerdo que tenía mucho frío. Pasé de la estufa al césped. Me cambiaron porque estaba congelado. Perdimos la eliminatoria porque nos movimos poco", dice.

"El árbitro se equivocó al señalar el penalti de Oregui. Merecimos más en Las Palmas, pero allí no tanto. Pudimos haber hecho un poco más", continúa Mamé León, que recuerda algunas de las anécdotas del viaje: "Al encargado del material se le olvidaron los pantalones y tuvimos que comprar allí unos. García Panasco no se enteró hasta el partido", cuenta.

Más allá del encuentro, el foco de atención para los jugadores fue el muro de Berlín: "Vimos ropa enganchada en los alambres de gente que intentaba cruzar", recuerda Mamé León. "Me llamó mucho la atención que las noticias se mostraban a través de un luminoso para que la pudieran ver desde los dos lados del muro", comenta Trona, que admite que la noche del partido también se vio impresionado por la cantidad de cerveza que bebían los alemanes: "Eso era un espectáculo", narra el exdelantero, que empleó "el poco dinero que tenía ahorrado para comprar allí una botas Adidas".