Usted tiene una larga experiencia como regatista. Ha navegado en Optimist, 420, 470, en botes de Vela Latina, snipe, en la clase crucero y ha sido entrenador nacional. ¿Qué impresión se trae de Dinamarca? Es un formato diferente a como suelen ser las competiciones de vela.

La experiencia que hemos tenido -no hablo sólo de la mía, lo hemos hablado la tripulación- es que se abre un nuevo formato, una nueva competición completamente diferente a la que estamos acostumbrados. Estamos ante una gran oportunidad, porque por suerte el club ha sido elegido como representante de España. Creo que el papel que hemos hecho merece que nos vuelvan a invitar. Los otros equipos iban muy preparados. Tanto los daneses como los alemanes llevaban todo el año participando en regatas enfocadas a esta competición y los demás equipos de otros clubes ya tienen flota de J-70 y han hecho regatas. Nosotros fuimos de nuevos, pero con la experiencia que hemos tenido ahora ya sabemos cómo va el formato. Sería bueno que el club no se desembarque de esta competición.

¿Hay regatistas en el Real Club Náutico de Gran Canaria como para organizar una liga local?

De sobra. A regatistas jóvenes de Laser 4.7 o Radial, que ya empiezan a tener una edad, les vendría muy bien empezar a hacer competición de este tipo. Además, les serviría de entrenamiento, porque podrían navegar con gente de mi generación o de anteriores como Fernando León o Luis Doreste. Hay un montón de gente aquí en el club con mucho prestigio: navegar y competir entre nosotros en una clase monotipo como ésta, haciendo dos o tres competiciones anuales, y ver al final de año quién es el mejor y quién puede representar mejor al club, sería fantástico.

En la Champions de Dinamarca han navegado en cruceros de la clase J-70. En Canarias hay J-80 y Javier Padrón, miembro de su tripulación, es campeón de España de J-80, ¿hay diferencia entre una clase y otra?

Sí, hay diferencia. Es un barco más sencillo. Niños de 16, 17 años, con un poco de entrenamiento, lo podrían manejar perfectamente. A los equipos daneses y alemanes se les notaba el rodaje porque celebran ligas en sus países. Se les notaba en las maniobras. Nosotros, para ser la primera vez, nos defendimos bien.

Pese a su casi nula experiencia como equipo en la clase J-70, llegaron y ganaron la primera regata, pero las penalizaciones les lastraron el resto del campeonato. ¿Qué ocurrió?

Ganamos la primera regata con bastante ventaja. En este formato la salida es muy pequeña, van los ocho barcos muy juntos (se celebraban regatas de ocho en ocho) y la velocidad es prácticamente la misma. Cada error se paga carísimo, porque son regatas muy cortas, de 12, 13 minutos, con ceñidas de tres o cuatro minutos. La primera regata salimos muy bien y nos colocamos en cabeza. Ya nos dimos cuenta durante el resto del campeonato que yendo en cabeza era muy fácil, ya no tenías desventes de los de delante, ya ibas a tu aire y los demás peleando detrás porque había mucha igualdad. En la segunda y tercera regata, un árbitro danés nos penalizó por una serie de cosas que luego nos dimos cuenta que otros hacían y no eran penalizados. No sé si nos cogió de nuevas, mala suerte, o nos tocó?

Al término de la competición, el jefe de la expedición del RCNGC, el vocal náutico, Bernardo Benítez, afirmó que se había demostrado que era posible ganar. ¿Qué opina?

La pena es que hemos notado que con un poco más de rodaje ? sólo con una liga interna aquí en el club? Hemos sido capaces de ganar tanto al que ganó el oro como al segundo como al tercero muchas regatas, si se le puede ganar en una regata, se le pude ganar en todas. Tenían mucho más rodaje que nosotros: por calidad del equipo y cómo lo hicimos no veo el problema.

¿Cambia la sede?

La sede va a ir cambiando. El año que viene será en Italia.

¿Serán ligas nacionales y después una competición anual como ésta?

Sí.

Uno de los objetivos de la cita de Dinamarca era popularizar la vela. Por eso se compite cerca de la costa y las regatas son fáciles de ver y de entender. El máximo problema de la vela es que nadie la entiende y que las regatas se celebran muy lejos de la costa sobre todo aquí, en Las Palmas de Gran Canaria. ¿La idea se puede trasladar aquí?

Perfectamente. Las condiciones son mucho mejores que las que había en Dinamarca. A veces nosotros no navegamos dentro de la bahía o enfrente del muelle deportivo en Las Palmas de Gran Canaria, porque fuera el viento es más estable. Pero luego vas a un sitio de estos (Dinamarca) y el viento es igual que aquí en la costa, muy inestable. Ellos están acostumbrados y nosotros no. Aquí se puede hacer perfectamente. José Mari Ponce organizó un match race entre amigos en diciembre y había un montón de gente en el espigón (contemplando la regata). Las condiciones eran impresionantes, la salida estaba a 15 metros de tierra.

¿Desde el punto de vista técnico, para un veterano como usted, qué aliciente tienen este barco y este nuevo tipo de competición?

Fue una experiencia nueva para nosotros y nos ha gustado. El formato nos pareció superdivertido, porque hacías una regata y descansabas dos, pero estabas viendo a los demás regatistas competir entre ellos. Las clasificaciones eran muy apretadas, porque podías hacer perfectamente un primero y luego un octavo, que era la última plaza. Entonces, a pesar de que estaba muy apretada la clasificación, era también muy variable podías escalar tres o cuatro posiciones de un golpe. Los 24 competimos contra los 24. De tal manera que podías estar jugándote el campeonato y no estabas compitiendo contra tu directo rival. Yo le hubiera dado una vuelta y habría creado una regata de los ocho primeros, una especie de medal race.

¿Se dispone de ese modelo nuevo de barco en el RCNGC?

Es un modelo nuevo. En Estados Unidos hace seis meses que se sacó a la venta y se han vendido unas 500 unidades. Aquí en España los primeros han sido los gallegos, ya tienen una flota de diez barcos. Lo lógico es que ahora la flota de J-80 vaya un poco en decadencia, y la de J-70 vaya en aumento.