Un derbi en la batidora del tarzán de Bolívar. Siro Darino, que defendió la elástica de la UD durante cinco temporadas-desde 2005 a 2010- disecciona los detalles e inmensidad del clásico tropical. "Son partidos que te abren la puerta de la historia", realza. Califica de "regalo del cielo" el desafío al que se cita Jesús, que se postula titular ante el Tenerife en este 1-M en lo que significa su estreno profesional de amarillo con 23 años en Liga. "Debe tener temperamento", subraya el italo-argentino, que cuenta con cuatro derbis en su expediente. Para el recuerdo el tanto que firmó en el Heliodoro [noviembre del 2007], en el que dio una cátedra de celebración. Luego fue retirado en camilla en el minuto 23. "Los aficionados aún me lo recuerdan; fue uno de los capítulos más hermosos de mi carrera".

Con 38 años y el descanso espiritual de respirar alejado del balón, Siro Darino (San Carlos de Bolívar, Argentina) enciende la batidora. Comprime en una píldora las claves de un partido eterno. El clásico, gramo a gramo. "La situación es poco habitual para la UD. Esto antes le pasaba al Tenerife. Ahora los amarillos van primeros. Antes, se luchaba por eludir el descenso. Son partidos aparte, diferentes, Las Palmas ha hecho los deberes muchísimo mejor y está más consolidado. La UD tiene que hacer valer su condición de local. Hay que ir a buscar el resultado y no especular. Habrá más tensión de la habitual y son partidos que se juegan con el corazón. La cabeza se utiliza poco y la UD tiene que ser consciente de lo que se hace. Hay demasiadas connotaciones en juego; algo más de tres puntos. Porque se trata de un derbi".

Una foto eterna

En el mapa de Darino se encuentra la estación del gol perfecto. El ABC de una celebración para pasar a la posteridad. Lo resume con cierta nostalgia. "Tuve la suerte de vivirlo y es indescriptible. Hoy lo sigo reviviendo y fue uno de los más importantes de mi carrera. La gente me lo recuerda. Hay que disfrutar el momento. Cuando uno es futbolista no disfruta el momento, estás pendiente de los pequeños detalles como los resultados, lesiones, de si juegas o no juegas (...) No disfrutas de lo lindo que es el deporte y de todo lo que me mueve".

El retiro de permite abrazar los detalles más pequeños. "Cuando dices adiós, vives lo lindo de la profesión. Luego, hay cosas que no son tan lindas.

Hay momentos duros, mucha tensión que no te hace disfrutar. Al final te sientes reconocido y que has estado en un club que me ha dado muchas

cosas y me las sigue dando". Insiste que en su época "nos tocó una era de transición. Al salir de Segunda B, teníamos que pelear por permanecer en Segunda A.

Fue una época muy dura, salir del proceso concursal y con el temor de no cobrar. Tiempos complicados, en los que te salvabas en la última jornada.

Eso te permite crecer como profesional y como persona. Te hace vivir momentos inolvidables".

Culio y Araujo

El exfutbolista amarillo considera a Culio una pieza de jerarquía y resta importancia a la sequía anotadora de Araujo -que suma seis jornadas sin ver portería-.

"Lo de Araujo no es preocupante. No se basa en el gol, juega y hace jugar. Es complicado ver un jugador de esa características en Segunda. Con poco, te genera un torrente de ocasiones. Prefiero tenerlo de sequía en mi equipo que en otro, se puede destapar en cualquier momento. Culio es un todoterreno, tiene mucha experiencia, abarca mucho en el campo, ocupa una gran proporción de terreno y le da mucho desahogo el equipo. Salida y llegada. Es muy completo, da un gran rendimiento. La UD ha hecho un desgaste tremendo en la primera vuelta pero hay plantilla, se ha reforzado muy bien".

Jesús Valentín

Cataloga el estreno del defensa como "un regalo". "Lo mejor que le puede pasar a un futbolista, debe tener temperamento y carácter.

Es una prueba complicada, todos los jóvenes tienen que dar este salto. Es el partido soñado, en el que puedes quedar para la historia. Hay que

aprovechar el momento", finaliza Darino. Que apuesta por el amarillo: "Victoria por 2-0", concreta el gladiador que fue retirado en camilla en el infierno del Heliodoro.