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UD Las Palmas La figura y reacciones

Momo, del pánico a un baile de fantasía

Momo, del pánico a un baile de fantasía

Travesía por el infierno. La reivindicación de un mimbre barroco en la madre de todas las batallas. Momo lució ayer un protagonismo absoluto en los 45 minutos en los que coqueteó con la eternidad. Bienvenidos al régimen dictatorial del alfil de oro ante el ejército de Suso. De profesión, agitador. La crónica de un artista pendiente de la guillotina. El ´11´ pasó de figura maldita, marcado por el infortunio al perder el esférico en la acción del 0-1 de Maxi Pérez, a estrella del derbi al brindar a Hernán Santana el centro del empate [todo en 180 segundos de locura]. Fue una falta bendita, igual que el 10 de mayo del 2014, cuando puso el balón en la cabeza de Vicente Gómez para liquidar a los tinerfeños (1-0).

En una segunda parte de vértigo, la lesión de Jonathan Viera marcó el punto de inflexión. De manera casual se encontró el Santo Grial. El equipo plano se transformó en un volcán de coherencia. Se gestó otro partido. El percance físico de Jony provocó la entrada forzada de Momo que fue el salvador. Estuvo en todas las acciones, tanto en la mediapunta como escorado a la izquierda, y portó el estandarte de una UD herida que se rehizo en tiempo récord tras el zarpazo.

El plan ´A´ se arruinó en el primer acto. Culio, Viera, Nauzet y Araujo no encontraron el premio del gol. Fue una odisea. La habilidad del genio de La Feria terminó en pesadilla. No hubo manera de superar la muralla del Teide y en el minuto 48, las lágrimas de Viera fueron el primer paso hacia la salvación. Momo saltó frío y sin las revoluciones del ritmo medieval de un derbi primitivo. En el inicio del segundo capítulo, tomó un balón. Levantó la cabeza y se apagó la luz. Se hizo el silencio en la caldera.

Capacidad de reacción

En la zona de la medular (49´), en el primer balón que recibía el alfil de El Cardón, cedió a su defensa en una acción suicida. El jardín de Casto empezó a arder y tras una indecisión de la zaga, Maxi superó la salida del meta Casto para firmar el 0-1 con un tiro cruzado. Fue inapelable. Éxtasis en el sector de tribuna de los fieles del Tete y estallido de pánico en el partenón amarillo.

Tras dos partidos sin pisar el césped -se quedó en el banquillo ante Racing de Santander y Alcorcón en las últimas jornadas- su gran oportunidad, ante 28.032 almas, de reivindicarse empezaba de la manera más cruenta. Una pesadilla. Miró al cielo y se levantó las medias. El alfil apretó los dientes. Aythami apeló al orgullo con un grito de ultratumba. Apareció la furia del líder. La hora del orgullo amarillo ante el ogro del Teide.

Volver a empezar. Momo se alineó con Nauzet, Culio y Araujo. Hernán y Javi Castellano pusieron el cemento. La UD empezó a tocar con criterio y llegó de forma descarada. Sin Viera, el equipo encontró un atajo bendito. Vitolo y Cristo Díaz comenzaron a agonizar. Y llegó una falta lateral. El alfil sacó su zurda a relucir y Hernán batió a Dani Hernández con un certero cabezazo. La gloria tocó en el poste y acabó en la red. La venganza perfecta en tres minutos. De proscrito a héroe. Las vidas del ´11´ amarillo.

El torrente alcanzó cotas despiadadas con la presencia de Roque. En un duelo violento, marcado por las patadas del Tenerife, los amarillos se apiadaron del ogro del Teide. Una gran acción de Momo, tras ceder a Nauzet, quedó muerta en el punto de penalti. Y el teldense Roque mandó el esférico a las nubes. El asedio se quedó sin recompensa ante las artimañas rivales.

Defender y sacar de las casillas a la UD. El Tenerife hizo su trabajo, más acostumbrado a nadar en el fango que los amarillos, que se han aburguesado. Falta luz e inspiración. La línea galáctica precisa de un relevo urgente. Y Momo sigue llamando a la puerta con fiereza. Dejó destellos de su categoría ante el enjambre de músculo y látigo del ejército de Raúl Agné.

Combatir la ansiedad

El zurdo -con 5 tantos y 5 asistencias en 912´ en Liga- disecciona el derbi con un barniz de decepción. La puñalada de Maxi aún escuece. "Entré sin calentar y la mala fortuna hace lo demás. Llega el delantero -Maxi- y mete. Pero con el golazo de Hernán logramos equilibrar". Admite que faltaron metros cuadrados para lucir el potencial técnico. "Fue un duelo trabado, sin espacios y mucha intensidad. Nos vamos con un sabor agridulce".

Sobre las lesiones de Viera y Culio, el extremo mantiene su hoja de ruta. No se ve favorito a la titularidad en El Molinón este domingo. "Intento cumplir y trabajar; las lesiones son una pena (...) Me quedo con la reacción tras el 0-1, el equipo tiró con valentía. Tuvimos el gol de falta y una de Roque que fue clave pero se resbaló". Insiste que solo piensa en dejarse la piel en cada sesión. "Los derbis se deciden por detalles; había que tener tranquilidad. La grada estuvo sobresaliente, queríamos agradar para que se fuesen orgullosos".

Próxima parada, el Sporting en su templo de El Molinón. Y luego el Betis en el Gran Canaria. "Juegan y dejan jugar. Están peleando arriba y presentarán dificultades. Queremos recuperar la frescura y así tener más oportunidades. Volveremos a ser los de la primera vuelta. Estamos espesos por la ansiedad pero todo cambiará. Con este nivel defensivo, la calidad tiene que aparecer", finaliza el alfil amarillo.

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