El CD Tenerifé logró prolongar su reacción tras la llegada de Raúl Agné al banquillo, con un sacrificado triunfo ante un metódico Leganés que estuvo bastante cerca de no irse de vacío de la capital tinerfeña. El dinámico y entusiasta juego practicado por ambos equipos desde los instantes iniciales adoleció de esa misma agilidad en los metros finales, precisamente en el momento en el que las respectivas delanteras se topaban con unas afianzadas retaguardias que imponían una y otra vez su mayor contundencia física.

Sin apenas ocasiones se agotaba la primera mitad, y ahí fue cuando emergió la figura de Maxi Pérez para desnivelar el marcador. Un pase en profundidad de Juan Carlos Real permitió al uruguayo hacerse con un balón dentro del área, encarar la puerta ligeramente escorado a la izquierda, sortear la salida del meta y marcar con su pierna izquierda a puerta vacía, un tanto similar al que anotó en el derbi.

Tras la reanudación el conjunto insular se situó mejor y siguió atacando, pero no convirtió su domino en ocasiones y acabó el choque en su área. Entonces surgió el portero Dani Hernández para frenar al Leganés en tres ocasiones, aunque el poste también cortó las alas al conjunto madrileño.