Todos con Araujo. Amado y aclamado en la grada, el Chino ha recibido un trato ejemplar desde la entidad amarilla. La falta de gol del delantero de 23 años de Boca Juniors -cedido hasta el próximo junio con una opción de compra preferencial para el club de Pío XII- respira paralela a un tratamiento de estrella. El consejo de administración ha multiplicado los esfuerzos para que el artillero trabaje y compita en el paraíso.
El club ha puesto todo de su parte para que la familia de Araujo se desplazase a la Isla desde Argentina tras las Navidades para estar junto al máximo realizador de la UD en su estancia en la Isla. En la competición liguera, el punta argentino contabiliza 2.252' y nunca ha sido suplente -sí lo fue en la ida de la cuarta ronda de la Copa del Rey ante el Celta-.
Tras marcar 8 goles en las primeras 7 jornadas, el nombre de Araujo se convirtió en el terror de las defensas rivales. Desde la 8a jornada a la 28a, las últimas 21, en lo que supondría una vuelta, solo ha sumado 5 -para completar la cifra de 13 que lucen en su expediente-.
Encadena ocho jornadas sin marcar (720') y no ve la luz desde el (5-3) ante el Zaragoza en el Gran Canaria. En ese pulso liguero, marcado por las expulsiones de Nauzet, Ángel y Culio, logró sus dos últimos tantos (9' y 61'). En ese minuto 61 se detuvo el reloj de Araujo. Fue sustituido en el 79' por Hernán en aquel duelo frenético. A esos 18 minutos cabe añadir su participación casi absoluta en las últimas 8 jornadas, lo que deja una cifra próxima a los 700 minutos sin marcar (681'). El depredador del área afila sus garras. Es la venganza del Chino.